Varios capitolios de Estados Unidos recibieron amenazas de bomba este miércoles por la mañana que condujeron a breves evacuaciones o confinamientos mientras la policía investigaba, pero no se encontraron pruebas de explosivos.
Las advertencias se produjeron tras una oleada de noticias falsas de tiroteos en los domicilios de funcionarios públicos en los últimos días.
Connecticut, Georgia, Kentucky, Michigan, Minnesota, Mississippi y Montana fueron algunos de los estados que evacuaron sus oficinas o edificios. Los legisladores de Kentucky y Mississippi han comenzado a reunirse en sesiones legislativas.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, dijo en X, antes Twitter, que el Capitolio fue evacuado mientras la policía estatal investigaba una amenaza recibida por la oficina del Secretario de Estado. Agregó que todo el mundo estaba a salvo y que las autoridades eran conscientes de amenazas similares a otras oficinas en todo el país.
La amenaza se recibió mientras los legisladores de Kentucky se reunían en el anexo del Capitolio para recibir formación sobre ética.
Los funcionarios de seguridad pública cerraron el Capitolio de Mississippi este miércoles por la mañana tras una amenaza de bomba en el segundo día de la sesión legislativa. El Senado estatal retrasó su reunión de la mañana después de que el edificio fue evacuado y los perros detectores de bombas lo rodearon antes de que se diera el visto bueno.
“Se trata de una investigación en curso y no hay más amenazas para el Capitolio o los edificios circundantes”, dijo Bailey Martin, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Mississippi.
Los cierres fueron breves en la mayoría de los estados.
El edificio del Capitolio de Montana reabrió sus puertas en menos de dos horas, después de un rastreo del edificio y que se determinó que la amenaza no era creíble, dijo Megan Grotzke, portavoz del Departamento de Administración.
Otros estados recibieron una amenaza, pero no cerraron. Se envió un “correo electrónico masivo” a “varias entidades estatales” de Wyoming, pero se determinó que no se trataba de una amenaza contra la seguridad y no se cerró ninguna oficina, dijo Kyle McKay, teniente de la Patrulla de Caminos de Wyoming.
Varios funcionarios públicos han sido objeto de llamadas de swatting en los últimos días. El swatting es una denuncia falsa a los servicios de emergencia con la intención de provocar una respuesta policial.
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