El presidente electo Donald Trump despejó algunas dudas el fin de semana, no sobre su gabinete, pero sí sobre su lugar de residencia para los próximos cuatro años.
El magnate aseguró el domingo que vivirá en la Casa Blanca y no en la Trump Tower de Nueva York, o en otra de sus propiedades, como se había especulado.
“Si, la Casa Blanca”, respondió Trump a los gritos de los reporteros que indagaban sobre su lugar de residencia.
El magnate también confirmó que su esposa, Melania, y su hijo de 10 años, Barron, se mudarán a Washington cuando termine el año escolar, a fines de mayo.
“Muy pronto. Cuando él [Barron] termine la escuela”, dijo Trump.
Su portavoz, Jason Miller, también dijo el domingo por la mañana que “obviamente hay sensibilidad” en cuanto a la llegada de Barron, que está a medio año escolar.