Las heridas en el cuerpo les han provocado, en muchos casos, discapacidades graves. Sin embargo la creatividad sigue intacta.
Soldados veteranos que han regresado de las guerras en Irak y Afganistán gravemente heridos, pero se han reintegrado al servicio activo, han puesto las desventajas de su lado, para ayudar a crear casas apropiadas para personas con discapacidades.
En el norte de Virginia, una preciosa casa amarilla hace parte de una coqueta área residencial en los suburbios, y aunque a simple vista puede parecer una típica casa de familia estadounidense, en su interior el diseño revela las diferencias.
Casi todos los aspectos del modelo de iluminación y distribución de espacios han sido diseñado por soldados estadounidense con discapacidades, quienes han regresado a la base militar de Fort Belvoir, en Virginia para seguir trabajando.
La casa dispone de un plano abierto, con corredores amplios y largos que facilitan el desplazamiento en una silla de ruedas. A la vez, los suelos de vinilo ofrecen una superficie de fácil desplazamiento. Los armarios han sido diseñados con cajones corredizos y los baños disponen de firmes barras para sostenerse y casi todas las habitaciones disponen de puertas corredizas.
La casa fue construida por Clark Bienes Raíces (Clark Realty), una compañía que desarrolla proyectos inmobiliarios junto al ejército de Estados Unidos, y que ha contado con la participación de IDEO, una firma internacional de diseño, así como por el renombrado arquitecto Michael Graves, quienes desarrollaron las casas para los soldados heridos.
Más de 200.000 soldados estadounidenses veteranos de las guerras de Irak y Afganistán, han regresado del frente de batalla con discapacidades físicas o emocionales. Y en todo el país, unos 54 millones de estadounidenses padecen de algún tipo de discapacidad. Estas cifras hacen que las casas para los soldados heridos bien se puedan convertir en un modelo para residentes civiles.
Futuro brillante
El denominado Proyecto de Viviendas para los Guerreros Heridos tiene múltiples
objetivos.
El primer es superar los estándares mínimos dispuestos por el gobierno de Estados Unidos, según Casey Nolan, el director del proyecto en representación de Clark Realty, a la vez que “crear un espacio donde cualquier persona quisiera vivir”.
Por ejemplo, en la cocina el lavatorio se mueve hacia arriba y abajo solamente con presionar un botón. Lo mismo ocurre con las hornallas, y la barra alrededor de la cocina es adaptable a cualquier miembro de la familia.
Otro elemento destacado en la casa es el espacioso closet en el dormitorio principales, que provee un espacio extra designado especialmente para una silla de ruedas y prótesis extras.
El arquitecto ganador de varios premios, Michael Graves siente que tiene calificaciones únicas para diseñar las casas para los soldados heridos. En 2003, una rara infección le provocó paralisis en las piernas.
“Cuando comenzamos con este proyecto intentamos construir casa que no tuvieran la apariencia de estar gritando a quien pasara que una persona discapacitada vivía en la misma”, dice Graves, “buscamos que fueran casas comunes, como cualquier otra”.
A pesar de que Graves y su equipo han diseñado 350 edificios en todo el mundo, en realidad este proyecto es muy especial para el reconocido arquitecto.
“Tuve la oportunidad de crear para ellos todas las cosas que hubiera hecho en mi casa, si hubiera sabido hace 10 años que iba a quedar con las piernas paralizadas”, dice Graves.
Heridas ocultas
A la vez, mientras muchos soldados regresan heridos en sillas de ruedas, otros sufren heridas ocultas.
El capitán retirado Alvin Shell resultó herido al rescatar a un camaradas de un camión incendiado en Irak, lo que le provocó quemaduras en el 30% de su cuerpo, “en mi lado derecho, desde debajo de mi hombro hasta el tobillo”, explica.
Además sufrió de pérdida de la visión y de trastornos por estrés post-traumático (PTSD por su sigla en inglés). Debido a sus múltiples heridas, el equipo del proyecto Guerreros Heridos le pidieron a Shell y a su esposa Danielle, quien le ha dado un fuerte apoyo, para convertirse en asesores en el diseño de la casa.
Una de las recomendaciones del capitán retirado, fue incorporar ventanas más grandes y puertas de vidrio para permitir que la luz natural actuara como terapéutico y le ofreciera una sensación de seguridad. Incluso algunos para facilitar la apertura de las puertas ayudan a los quemados a abrir las puertas con mayor facilidad.
Incluso, como las quemaduras hacen que para su cuerpo sea más difícil regular su temperatura corporal, Shell sugirió instalar termostatos para controlar la temperatura de la casa, en varias habitaciones.
“Espero que el concepto de estas casas pueda aplicarse a todos los militares heridos”, dice Shell. Pero Graves es más ambicioso y espera que la iniciativa se extienda a todo el país. “Estas casas que hemos construido en Belvoir, podrían funcionar muy bien en cualquier parte del país, para personas discpacitadas, con artritis, obesos o simplemente para los ancianos”, afirma.
Hasta el momento dos de las casas para los Guerreros Heridos ya han sido construidas y otras 19 ya están proyectadas para los militares que regresen a servicio activo en Fort Belvoir en los próximos años.