Ante el aumento en el número de casos de infección por el virus del Zika y su impacto en mujeres embarazadas, las autoridades sanitarias en Estados Unidos emitieron una guía para los profesionales de la salud.
En la guía, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan a los médicos tener especial atención en las mujeres embarazadas expuestas al virus, sea porque viajaron o vivieron en zonas de posible transmisión del virus.
Entre las recomendaciones se insta a trabajar en conjunto, tanto pediatras y obstetras, para monitorear al feto mediante ultrasonidos.
También sugieren evaluar a los bebés con signos de microcefalia, un defecto congénito por el que el niño nace con una cabeza más pequeña de lo normal.
La microcefalia en los niños ha sido vinculada con el virus del Zika en Brasil, luego que investigadores encontraron material genético ligado al virus tanto en tejidos cerebrales como en muestras de placenta y líquido amniótico, extraídos de varios bebés con microcefalia y de fetos abortados naturalmente por pacientes con la infección.
De igual manera, se recomienda que los niños que nacen con microcefalia de madres que estuvieron expuestas al virus sean examinados para detectar la presencia del Zika.
Aunque todavía no se notificaron casos de transmisión del Zika en Estados Unidos, los mosquitos que portan la infección son endémicos en algunas regiones del país, y los expertos creen que el contagio llegará con la llegada del verano.