En octubre fanáticos de las tecnologías de todo el mundo llegan a Japón, donde quedan fascinados con lo más reciente en materia de invención. La inteligencia artificial (IA) -como se podía esperar- se llevó los reflectores en la edición de 2024 que reunió a unos 800 expositores.

Considerado el evento de su tipo de mayor envergadura en Asia, CEATEC 2024 atrae este año a personas de todas las edades, en lo que muchos catalogan como una especie de carnaval tecnológico.

Lo más avanzado en las invenciones de las tecnologías, la ciencia y el medio ambiente incluye entre otros, un censor que mide el funcionamiento del cerebro humano y crea música de acuerdo con el estado emocional de cada persona o sistemas de monitoreos del gigante tecnológico SONY para autos autónomos dejaron sin aliento a muchos asistentes a la feria este año.

"Nosotros tenemos que elevar nuestra tecnología, con nuestros censores de imágenes estamos tratando de construir un sistema de 360 grados alrededor del vehículo todo el tiempo que nos permita evitar accidentes", dijo a la Voz de América Yoko Yasukouchi, portavoz de Sony.

Japón es para muchos de los visitantes una tierra de contrastes, donde las tradiciones antiguas siguen siendo parte de la vida cotidiana. Al mismo tiempo, hay una búsqueda constante de tecnologías de vanguardia que impulsen la esencia japonesa hacia el futuro. Asistentes consultados perciben que este hecho funciona a favor de un balance armónico entre la tradición y el futuro.

Más de 800 compañías expositoras dejaron claro cuán importante ya es la IA y cómo estará presente en industrias que van desde la fabricación, el transporte y el entretenimiento hasta la salud.

La necesidad: un incentivo para la invención

Ingenieros japoneses en los últimos tiempos han sobrevivido a la crisis de semiconductores convirtiéndose en maestros de la miniaturización. Esto ha propiciado el desarrollo de chips semiconductores que utilizan IA para procesar enormes cantidades de datos a la velocidad de la luz en espacios cada vez más pequeños. De ese modo, han conseguido desarrollar máquinas capaces de imitar el pensamiento humano, pero con mejores rendimientos.

La compañía Mitsubishi Electric Corporation -por ejemplo- presentó su robot TOKUFASTbot, que conectado a procesadores de IA logró armar un cubo de Rubik en 0,305 segundos. La hazaña consiguió un récord Guinness.

Caminar por los pasillos de CEATEC es entrar en un laberinto de nuevas tecnologías. La empresa TDK presentó el prototipo de sus gafas de realidad aumentada (AR) que proyectan a través de un rayo láser las imágenes directamente en la retina del ojo, dando la sensación de una imagen 3D justo delante de los ojos.

Por si fuera poco, este diseño incluye una pequeña cámara trasera que le permite al usuario ver lo que hay detrás de usted simplemente bajando la mirada hacia la parte inferior de la pantalla

Otra novedad este año fue la de JVC Kenwood, con sus auriculares TWS equipados con una cámara en miniatura incorporada que usa IA y permite al usuario solicitarle a los audífonos que traduzca un cartel o el menú en un restaurante en un idioma extranjero sin tener que sacar su teléfono. Esta tecnología podría abrir un mundo de visualización completamente nuevo para las personas con discapacidad visual.

Uno de los productos más novedosos este año en cuanto a movilidad lo presentó la compañía Lean Mobility, cuyo presidente ejecutivo trabajó por muchos años para la compañía Toyota. Ahora emprende su propio camino y ha presentado un vehículo que bien podría ser el fruto de la unión entre una motocicleta y un automóvil.

Con una apariencia bastante futurista, este medio de transporte de tres ruedas tiene capacidad para dos personas, es totalmente eléctrico, con una batería de 8,1 kw y una autonomía de 100 kilómetros. Este producto promete solucionar el grave problema del espacio para parqueo en Japón: tiene 97 centímetros de ancho y ya fue presentado en EEUU, donde espera la autorización para la comercialización.

La salud es parte fundamental del estilo de vida de los japoneses, lo que quedó demostrado en uno de los dispositivos más llamativos en esta edición: un monitor cardiaco de la firma PASESA. Este aparato, además de medir la presión sanguínea, es capaz de calcular la edad arterial de los usuarios, convirtiéndose en herramienta fundamental para la lucha contra enfermedades como la arterioesclerosis.

La búsqueda de una tecnología más avanzada, que comenzó en el Japón de la posguerra, es parte hoy de la cultura de Japón, cuyos habitantes sienten orgullo por el desarrollo en la industria tecnológica que cada año presentan en este evento. Y es que el camino hacia el éxito de la industria tecnológica ya estaba trazado en 1946, con empresas como Sony, que comenzaron a trabajar a toda velocidad sus transistores para radios de bolsillo, primeros en el mundo.

La exportación de productos tecnológicos y la confianza en la calidad de la mano de obra nipona contribuyen a que esta industria siga siendo el principal producto de exportación del país.

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