Almorzar en la capital de Estados Unidos es sinónimo de diplomacia y glamur. Es fácil toparse con senadores, líderes políticos y artistas que frecuentan la ciudad. Pero, ¿qué tan costoso resulta comer en Washington?
El solo impuesto o IVA puede hacer que una hamburguesa suba de precio hasta en un cinco por ciento. Y si se trata de almorzar en un restaurante cerca de la Casa Blanca o del Capitolio, la propina es de casi un 20%.
Para muchos residentes no es un lujo, es una necesidad almorzar en la capital. Para las personas que residen en Washington es mejor comprar a diario un plato cerca de su trabajo, que gastar tiempo en el supermercado y en su preparación.
Los famosos carritos de comida
Desde la llegada de los “food trucks” o carritos de comida, la gente se da cita para hacer su pedido y almorzar de pie.
“Recorro toda la gama de opciones, desde el puesto en la esquina de hot-dogs, “food trucks” camiones de comida, restaurantes como Pot Belly y cadenas de comida rápida “explicó Charles Reed a la Voz de América.
Debido al tráfico turístico, los precios de la comida cerca de los museos y monumentos de Washington son un poco más elevados en comparación a lugares en la periferia de la ciudad.
“En los camiones de comida gasto por lo general de $10 a $12 dólares en total por un almuerzo, siento que es una buena oferta y te dan bastante comida, el servicio es rápido y la calidad es bastante buena, el único inconveniente es que dependiendo en dónde trabajas, te puede quedar algo retirado y esto dictamina en dónde quiero almorzar”, explica Reed.
Otras opciones
Washington ofrece múltiples opciones, especialmente el fin de semana donde se puede almorzar en mercados artesanales o cenar en pequeños cafés.
Los “farmers market” o mercados artesanales brindan otra alternativa al paladar de las personas que visitan y viven en Washington.
Hay personas que viven en los estados de Maryland y Virginia que debido a ese ahorro en gastos de vivienda se dan el lujo de visitar Washington los fines de semana y comer en lugares populares sin preocupación del costo.
“Gracias a que vivimos en Maryland podemos darnos el lujo de comer afuera de la casa varias veces por semana, pero no en Washington, venimos a la capital por el tianguis, por la conveniencia y pasar un rato agradable, comemos aquí porque es algo que nos gusta hacer, pero no porque sólo venimos a la ciudad a comer”, comento James Billy a la Voz de América.
Resulta costoso almorzar o cenar en Washington, pero no olvides que quizás a tu lado o en la mesa del frente se encuentre el senador Marco Rubio, Jessica Alba, o tal vez el mismo presidente Barack Obama por lo que quizá valga la pena pagar el precio y tomarse una “selfie”.