Un panel de expertos analizó el jueves algunas de las causas de la migración irregular desde países de Centroamérica hacia Estados Unidos. El tema de las caravanas como "una expresión de pobreza, crisis climática y corrupción” fue el centro del debate organizado por la organización Alianza Américas en coordinación con otras entidades.
A flagelos crónicos en la región como la corrupción, la falta de empleo y la crisis climática, en el 2020 se les unió la pandemia de COVID-19. La discusión fue moderada por Helena Olea, de Alianza Américas.
Oscar Chacón, por Alianza Américas, respondió a la Voz de América sobre las perspectivas de un impulso de la nueva administración del presidente Joe Biden a colaborar con el tema migratorio y los organismos regionales para solucionar las causas de la migración irregular.
“Creo que el gobierno de Estados Unidos puede hacer mucho más”, dijo Chacón a la VOA, respecto a la creación de oportunidades, si bien previó que en el futuro “habrá menos personas que quieran irse utilizando mecanismos no autorizados”.
En ese sentido, Chacón, actualmente director ejecutivo de Alianza Américas, insistió en que “Estados Unidos puede liderar al mundo haciéndole entender que este es un momento en el que podemos lanzar algo no menor que el Plan Marshall después de la Segunda Guerra Mundial”.
Biden enfiló su campaña presidencial enfocada en revertir la mayoría de las reglas migratorias impuestas por el expresidente republicano Donald Trump, prometiendo un periodo de gracia de cien días para detener las deportaciones y así enviar a los inmigrantes llegados a EE. UU. a un tercer país, pero por el momento la medida se ha quedado a medio camino.
Un juez federal prohibió el martes al gobierno de Estados Unidos hacer cumplir la moratoria. El juez de distrito de EE. UU., Drew Tipton, emitió una orden de restricción temporal solicitada por Texas, que el viernes había impugnado un memorando del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) que instruía a las agencias de inmigración a detener la mayoría de las deportaciones.
El magistrado alegó que la Administración Biden no había "proporcionado ninguna justificación concreta y razonable para una pausa de cien días en las deportaciones".
Una crisis mayor
En tanto, Yolanda Cerdeira, del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) y Radio Progreso de Honduras, se refirió a cómo las caravanas, anteriores y la abortada recientemente en Guatemala, son reflejo de males mayores.
“Las caravanas sacan a la luz una realidad que se viene dando desde hace años”, señaló Cerdeira.
También explicó se trata de “un ciclo de migración forzada”, acentuado desde el golpe de Estado del 2009 en Honduras. “los hondureños han sufrido un tipo diferente de crisis social, de educación, salud crisis ambiental, años de sequía en el sur del país, fenómenos naturales cada vez más fuertes”.
En el panel, Natalia Natalia Ortiz Barrientos, del Instituto Centroamericano de Estudios Sociales y Desarrollo (INCEDES) en Guatemala, concordó en que “mientras estas condiciones estructurales [corrupción, falta de oportunidades] no fueran demolidas y la región norte de Centroamérica no cambiara, la migración seguiría siendo la única estrategia de supervivencia para muchas familias”.
Además, dijo que muchos guatemaltecos se unen a las caravanas como “un medio para reducir el riesgo de ser asaltado y atacado por pandilleros o carteles de la droga”, pero también como una manera de “no pagarle al coyote”.
Para Natalia Ortíz, una de las causas fundamentales de este tipo de migración es que el Estado reduce la confianza de los ciudadanos” y que con ello “la sociedad ha percibido que el país está impulsando más acciones hacia la corrupción y la perpetración de la impunidad”.