La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó el jueves que sus equipos en Honduras, Guatemala, El Salvador y Belize se desplazaron a las zonas más afectadas del istmo centroamericano, desde que la tormenta Eta tocó tierra, para brindar ayuda humanitaria.
De acuerdo con el organismo la depresión tropical ha dejado en esa región cerca de 2,5 millones de personas afectadas. Entre la ayuda que están llevando a las zonas impactadas están kits de emergencia, colchones, sábanas y productos de higiene, etc.
La OIM explicó a través de una nota de prensa que simultáneamente ha comenzado el despliegue de sus equipos de la Matriz de Seguimiento del Desplazamiento (DTM, por sus siglas en inglés).
“La DTM recopilará información crítica sobre los desplazamientos de población provocados por el huracán Eta, facilitando la toma de decisiones que pueden salvar vidas en las próximas semanas y ayudar a la recuperación de las zonas afectadas”, cita el documento.
Garantizar atención humanitaria
De acuerdo a la OIM otra parte de su labor “como líder del grupo humanitario centrado en la gestión de refugios (Coordinación de Campamentos y Gestión de Campamentos), la OIM coordina los esfuerzos de la ONU con los gobiernos de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua para garantizar la prestación de servicios y evitar la superposición de esfuerzos y reducir las brechas en la atención humanitaria”.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) afirmó que, de los tres países del norte de Centroamérica, al menos 358.000 personas están alojadas temporalmente en escuelas y otros edificios.
“Las necesidades más inmediatas son la alimentación, protección y albergue de las personas afectadas, así como otros artículos básicos que ayudan a garantizar su dignidad”, dijo Jorge Peraza, jefe de misión de la OIM para Honduras, El Salvador y Guatemala.
Michele Klein-Solomon, directora regional de la OIM para Centroamérica, Norteamérica y el Caribe, dijo que entre sus principales preocupaciones se encuentra el impacto que causará la destrucción de cultivos, así como el daño en las economías de ciertas partes de Nicaragua, Honduras y Guatemala.
"El daño allí puede agravar las condiciones de inestabilidad económica e inseguridad alimentaria que han obligado a miles de centroamericanos a migrar en busca de mejores condiciones de vida", dijo Klein-Solomon.
La región centroamericana se prepara para una nueva onda tropical, según lo pronosticado por el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) la institución ha advertido que el nuevo fenómeno podría convertirse en otra gran tormenta en las próximas 48 horas y podría impactar las mismas áreas que Eta.