Previo a las celebraciones de las fiestas de Navidad y Fin de Año, el gobierno de El Salvador anunció una serie de regulaciones destinadas a frenar el alza de casos por COVID-19 que experimenta el país.
Entre las medidas anunciadas está el refuerzo de los controles de bioseguridad en el Aeropuerto Internacional, así como en las fronteras terrestres y un cierre parcial al ingreso de personas provenientes del Reino Unidos y Sudáfrica, por cualquier puerto fronterizo, debido al surgimiento de una nueva cepa del virus.
De acuerdo con lo detallado por el presidente Nayib Bukele, cualquier persona que haya estado o transitado en dichos países tiene vetada la entrada a El Salvador hasta nuevo aviso.
"A partir de ahora, queda prohibido el ingreso a nuestro país, de cualquier persona que su itinerario de vuelo haya incluido el Reino Unido o Sudáfrica o que haya estado en alguno de esos dos países en los últimos 30 días", escribió Bukele en su cuenta de Twitter a inicios de semana.
El anuncio llegó después que el Ministerio de Salud reportara un alza sostenida en los casos positivos del virus.
El ministro de salud, Francisco Alabí, dijo que la medida de restringir la llegada de personas procedente de Reino Unido o Sudáfrica busca "retrasar" la la llegada de la nueva cepa.
Alabí descartó que el país centroamericano esté atravesando una segunda ola de contagios, pero afirmó que si la tendencia continúa, ésta puede llegarla en enero.
En una nota de prensa oficial, la administración Bukele afirmó que el “Sistema Integrado de Salud ha intensificado los controles y verificaciones a escala nacional para evitar que el virus se siga propagando”. Además, aseguró que uno de las razones del alza está relacionado con el incremento de celebraciones por las festividades de la temporada.
El Salvador reportaba hasta este miércoles 43.772 casos confirmados del virus y 1.274 muertes, según datos de la Universidad Johns Hopkins.