Las autoridades de Honduras pusieron en marcha en la capital Tegucigalpa un proyecto piloto orientado a reactivar las actividades comerciales, tras dos meses de cierre como parte de las medidas para evitar la expansión de la COVID-19.
Con la aplicación de manuales de bioseguridad aprobados por el gobierno de Honduras el objetivo del plan es salvaguardar miles de empleos. Keren Valle, propietaria de uno de estos restaurantes piloto, explicó que el sistema es entregar comida a clientes en la puerta del negocio y a domicilio.
“Nadie que no trabaje en el restaurante puede entrar. Para eso tenemos personas asignadas y mejor atención. Cada persona debe tener dos metros de distancia al momento de la entrega y recibir el producto”, explica Valle.
Para Carlos Borjas, quien fue una de las muchas personas que llegó hasta este negocio guardando estrictas medidas de bioseguridad, dijo que todos debemos tomar las medidas, que no es solo tarea de gobierno.
“Siempre y cuando sea por fuera, usted sabe, por el virus, debemos prevenir. Estas medidas son perfectas mientras no se excedan las personas a aglomerarse”, expresó.
Otro cliente fue Rubén Rivera que también consideró la medida como necesaria mientras se cumplen los protocolos.
“Claro que sí. Las medidas de autoservicio y para llevar deberían durar todo el año hasta diciembre”, dijo el consumidor.
Las autoridades dejaron claramente establecido que si las medidas de seguridad determinadas en los manuales operativos de la unidad auditora del gobierno no se cumplen, se cancelará el proyecto y el negocio o la empresa enfrentarán sanciones.