Tres días después del incendio que dañó gravemente la capilla e imagen de la Sangre de Cristo, en la Catedral de Managua, la Policía Nacional de Nicaragua ha informado el resultado de las investigaciones que realizaron en donde descartan mano criminal y aducen que el siniestro se produjo por “una combinación de elementos físicos y químicos”.
El Comisionado General Jaime Antonio Vanegas explicó en una conferencia de prensa a la que solo tuvieron acceso los medios oficialistas que el incendio en la capilla de la Sangre de Cristo, no fue intencional, sino causado por una veladora, como inicialmente dijo la vicepresidenta Rosario Murillo el día del siniestro.
“Tras diversos peritajes desarrollados por especialistas del laboratorio de criminalística y especialistas de los bomberos, se estableció que su origen se debió a diversos factores físicos y químicos, dada la presencia de vapores de alcohol, que se combinaron con la llama de una veladora que era encendida todos los días a partir de las 7 de la mañana y se apagaba a la una de la tarde”, dijo Vanegas.
La policía afirma que midieron el nivel de la temperatura en la zona norte de la capilla y entre las 10:30 y 11:50 de la mañana dio un máximo de 36.1 °C; esto se sumó a una prueba de alcohol isopropílico con concentración del 96%, altamente inflamable y volátil, contenido en un atomizador y que es utilizado constantemente por decenas de feligreses para la desinfección de manos.
Las autoridades mencionan también como base para descartar que “hubo una explosión” en la iglesia, los relatos de dos testigos entrevistados por la policía, uno de ellos, una mujer que fue sacada por la fuerza el sábado mientras limpiaba la capilla del templo para dar su versión de los hechos.
Sin embargo, Elba Ramírez, una trabajadora de la Catedral de Managua relató a la Voz de América que vio cuando un hombre encapuchado ingresó a la capilla y a los pocos minutos la capilla estaba en llamas.
“El hombre traía algo en las manos. Sacó algo y lo tiró. Luego las personas salieron corriendo. Ese hombre hizo eso y se tiró a los muros después”, dijo la testigo el viernes, cuando se produjo el incendio.
Organizaciones piden una investigación “independiente”
Intelectuales, religiosos y organizaciones de derechos humanos en Nicaragua han puesto en duda los informes de la Policía Nacional -señalada de estar plegada al presidente Daniel Ortega- sobre el origen del incendio del viernes en la Catedral de Managua.
La Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) expresó su solidaridad al rector de la Catedral, Luis Herrera, y ofreció contratar a un perito especializado para descubrir el origen del siniestro.
“Venimos a condenar este acto terrorista cometido por vandálicos afines al gobierno; hemos expresado nuestra disposición de poder contribuir en las investigaciones contratando a un perito, especialista en estas situaciones de desastres”, ha señalado a la VOA, Marcos Carmona, director de la CPDH.
Carmona hace los señalamientos porque dice que conoce la forma en la que el gobierno ha actuado contra la iglesia por su postura a favor de los manifestantes antigobierno en abril de 2018.
Sobre la solicitud que extendió al rector de la Catedral, Carmona indicó que esperará la decisión de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
En tanto, Monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, nuncio apostólico de Nicaragua, en declaraciones este lunes a The Associated Press manifestó que ha “pedido una investigación seria, cuidadosa y transparente” al gobierno, que le respondió que ya “se están ocupando de eso”.
“La Santa Sede espera que las autoridades competentes encargadas de la investigación hagan su trabajo”, subrayó el nuncio.
Añadió que hechos como el incendio en la Catedral de Managua “son actos delincuenciales promovidos por el odio y la división, lamentablemente muy radicados en gran parte de la sociedad nicaragüense. A uno le da tristeza frente a las situaciones de este tipo y no se encuentran razones por los hechos ocurridos”, declaró el nuncio apostólico.
Por su parte la poeta y escritora Gioconda Belli, presidente del gremio de periodistas y escritores de Nicaragua (PEN) catalogó el incendio en la Catedral de Managua como un “acto de odio e irrespeto sin precedentes en la historia del país”.
“La Catedral fue un símbolo de refugio para los jóvenes que se rebelaron contra la dictadura en abril de 2018, y este ataque a la capilla y a la imagen más venerada dentro del templo, es un acto de odio e irrespeto sin precedentes en la historia del país”, dijo a la VOA la poeta.
“Este régimen no perdona la decidida oposición de la Iglesia Católica a sus métodos represivos y sus violaciones a los derechos humanos. Ellos han llevado adelante una campaña incansable contra el clero religioso, acusándoles de "golpistas" e incitando el odio de sus partidarios sandinistas que, protegidos por la impunidad, han profanado templos y golpeado a sacerdotes”, agregó.
Desde abril de 2018 varios templos han sido profanados y manchados por simpatizantes afines al gobierno del presidente Daniel Ortega.
Esta semana al menos cuatro iglesias más han sido objeto de ataques y robos “que pretenden ser camuflados de delitos comunes”, denunció a Voz de América, monseñor Carlos Avilés, vicario general de la Arquidiócesis de Managua.