Nicaragua es el país centroamericano que menos pruebas de detección de COVID-19 ha hecho entre la población, pero que más test ha recibido del exterior, como reveló la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Según médicos independientes, el Ministerio de Salud hizo entre el 28 de febrero y el 24 de julio, 17.284 exámenes de Reacción en Cadena de la Polimersa (PCR), lo que lo deja al fina de la fila en cuanto a cantidad de test aplicados en la región.
Estas diferencias han generado dudas entre los especialistas sobre el control y manejo que hace el gobierno de Daniel Ortega de la crisis sanitaria.
El director de Emergencias de Salud de la OPS, doctor Ciro Ugarte, dijo que aún no han recibido información precisa sobre el avance de la pandemia en Nicaragua.
"Nicaragua es uno de los países que ha recibido más pruebas de laboratorio adicionales y continuamos con ese proceso”, explicó el especialista en la conferencia semanal de la OPS.
“Mientras obtenemos información precisa, algunas otras fuentes muestran que los casos y los números y las cifras son distintas y hay algunos detalles adicionales que es importante tomar en cuenta para que la población tome sus precauciones adecuadamente", agregó.
Según Ugarte, cuando la OPS inició la etapa de preparación en la región frente a los primeros casos de COVID-19, brindó asistencia técnica y envió misiones para evaluar la capacidad de los servicios de salud, a fin de mejorar su preparación y respuesta, así como las acciones de vigilancia epidemiológica, entrenamiento a personal de laboratorio.
“Se han hecho donaciones de equipos de protección personal tanto de parte de la OPS como de otras agencias de Naciones Unidas, en general estos equipos han sido distribuidos a los servicios de salud", dijo Ugarte.
"En estos momentos no hay información detallada de cuánto es la disponibilidad, es por eso por lo que continuamos con los esfuerzos de movilizar más equipos de protección personal porque por supuesto tenemos que proteger a nuestra primera línea respuesta del COVID-19”, explicó.
Por su parte, el gobierno sorprendió a la ciudadanía esta semana anunciando una jornada de salud en homenaje a las fiestas patrias que se celebran en septiembre, en medio del llamado de los médicos a reforzar las medidas contra el COVID-19.
La iniciativa es denominada “Mi hospital en mi comunidad" y movilizaron brigadas médicas a los barrios y comunidades del país para llevar lo que denominan "servicios especializados", según reveló la exministra de salud sancionada por Estados Unidos, Sonia Castro.
“Es una jornada en saludo a las fiestas patrias, en el marco del modelo de gobierno, un gobierno que es de presencia directa en atención a las familias, un modelo de salud familiar y comunitario. La esencia del hospital, los servicios estarán presentes en la comunidad", dijo la funcionaria pública.
Los especialistas consideran que esta iniciativa expondría a la ciudadanía y al propio personal de salud a un contagio por la falta de conciencia sobre la pandemia y la carencia de equipos de protección personal, y que a más de cinco meses de registrar el primer caso de COVID-19, sigue siendo un problema en los hospitales públicos.
Desde la llegada de la pandemia al país hasta la fecha, el Ministerio de Salud de Nicaragua sostiene que las personas que han fallecido de COVID-19 responden a otras morbilidades, lo que ha provocado la falta de probabilidades de una recuperación.
Las autoridades de Salud tampoco mencionan la posibilidad de un rebrote de COVID-19 y, contrario a esto, resaltaron que hasta el 25 de agosto han logrado la recuperación de 3.339 nicaragüenses.
Sin embargo, profesionales de la Salud que trabajan de forma independiente han advertido la posibilidad de un rebrote ante las decenas de actividades promovidas por el gobierno.