Tres partidos opositores al Gobierno -y uno afín- terminaron el año fiscal correspondiente a 2020 en saldo negativo, así lo confirmó el organismo salvadoreño Acción Ciudadana, por medio del Centro de Monitoreo de Transparencia y Democracia.
En su informe 'El dinero de los partidos políticos salvadoreños en 2020', la institución revela los ingresos y egresos de las instituciones política salvadoreños en el año 2020. Además, muestra los montos en concepto de cuotas de partido y contratos estatales con donantes de las formaciones.
El documento, que hace una comparativa de lo que recibieron en años previos las instituciones en concepto de financiamiento público y privado, revela que solo entre 2014-2020 recibieron más de 135 millones de dólares.
Pero en 2020, bajo la Administración de Nayib Bukele, “experimentaron una disminución de sus ingresos respecto a años anteriores”.
El gasto reportado por los partidos políticos en el año 2020 fue de 3.977.060,47 millones de dólares.
Solo en el caso de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), la investigación señala que cerró el año de la pandemia con una deuda total de 11,6 millones de dólares.
El principal partido de derecha, según el informe posee bienes que suman 663.873 dólares con lo que si vendiera todos sus activos podría abonar cerca del 5% de la deuda. Su patrimonio, al cierre de 2020, fue negativo en 11 millones de dólares
Otros partidos que aparecen en el informe son el Partido de Conciliación Nacional (PCN), Nuestro Tiempo (NT) y Vamos.
Falta de transparencia
Acción Ciudadana además destacó que la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y Nuevas Ideas (partido del presidente Bukele) no les entregaron sus balances financieros.
Un dato que también resaltó es que, de acuerdo con lo reportado al Ministerio de Hacienda, en total los partidos en 2020 recibieron 5.1 millones de dólares solo en concepto de donaciones privadas, sin embargo, los institutos solo reportaron 3,5 millones a Acción Ciudadana.
El centro de transparencia además acotó que el Tribunal Supremo Electoral (TSE), posee un débil papel fiscalizador, ya que se limita recibir la documentación financiera sin investigar la autenticidad de la información que le ha sido entregada por parte de los partidos políticos.
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