Expertos de diferentes área políticas y sociales se mostraron en desacuerdo con la polémica generada por el presidente salvadoreño Nayib Bukele, al señalar recientemente que el concepto de Triángulo Norte es un término que hace referencia a un “plan reciclado” que "no funcionó", haciendo una clara crítica a la política exterior de EE. UU. del año 2014.
Bukele esgrimió entonces que “Estados Unidos debe abandonar ese concepto", citando un hilo de tuits, del periodista Nick Miroff del periódico The Washington Post, donde señala que el concepto de “Triángulo Norte” está divorciado de la realidad actual de la migración centroamericana.
Los estudiosos coinciden que la idea del mandatario radica en el "desconocimiento histórico del término", ya que su relación con la migración no es lo que generó el concepto; sin embargo, la relación que ahora tiene con ese tema da un trato equitativo a El Salvador, lo que ha permitido que más de 200.000 salvadoreños tengan un estatus legal en EE. UU. y billones de dólares invertidos en desarrollo social.
Es un término militar, principalmente, pero también es un término económico”
Clara Guardado, antropóloga
La antropóloga de origen salvadoreño, Clara Guardado, investigadora asociada de la Universidad de Zúrich y del Departamento de Análisis Cultural en Suiza, en entrevista con la Voz de América afirmó que el término no es nuevo y no fue creado por Estados Unidos para hacer referencia a los problemas que genera la migración.
“Es un término militar, principalmente, pero también es un término económico” el cual, agregó, es usado para referirse a cómo la región se integra en un acuerdo de libre comercio de los años 50 y que se reafirmó a principios de los noventa.
Desde la óptica cultural
No obstante, la antropóloga afirmó que, desde su campo de estudio, la denominación incluye a otros países.
“El Triángulo Norte hace referencia a una región completa, la cual llamaban Mesoamérica”, que es la región cultural del continente americano que comprende la mitad meridional de México, los territorios de Guatemala, El Salvador, Belice y Honduras.
Guardado expone que, pese a que el término no es nuevo, “en la actualidad el Triángulo Norte, además de los elementos culturales que comparte [..], ha llegado a ser conocida como una de las regiones más violentas del mundo”, lo que también ha llevado a diferentes procesos económicos, sociales y culturales; uno de ellos: “la migración”.
Desde el punto de vista de Guardado el término no se limita a la migración y es un “representación” que no solo es usada por EE. UU. sino también por oenegés, organismos internacionales y los Estados mismos.
Desde la integración
Opinión similar posee Napoleón Campos, especialista en relaciones internacionales, que confirma que el término surge después de la Segunda Guerra Mundial y que vino con el nacimiento de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA).
El ODECA, -narró Campos- posteriormente fue sustituido en 1991, después de la guerra civil en El Salvador, por el Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
De acuerdo con el experto, fue en los años cincuenta que economistas europeos, estadounidenses y centroamericanos “identificaron dos polos en la integración” conocidos como el “Triángulo Sur” compuesto por el Canal de Panamá y Costa Rica. Y el “Triángulo Norte” formado por los tres países que hoy se identifican con ese mismo nombre.
Los tres países fueron y son considerados como el motor de la integración, de ahí que su denominación responde “a la vitalidad de las economías centroamericanas interconectadas entre sí”, no es una simple etiqueta, puntualiza Campos.
Él considera que la narrativa que maneja el presidente Bukele al rechazar esa denominación no es acertada y si a eso se le suma que realmente la migración en un alto porcentaje hacia el norte realmente proviene de Honduras, Guatemala y El Salvador; entonces cobra más sentido.
“Nosotros, ‘el Triángulo Norte de Centroamérica’ representamos el 70% -o más en algunos años- de migrantes que llegan a México y que busca la frontera con Estados Unidos”, explicó el especialista en relaciones internacionales.
Desde su perspectiva El Salvador comparte con los otros países las causas que mueven a la migración como “precariedad, miseria, pobreza, desastres naturales, corrupción, crimen organizado y ahora la pandemia”, entre otras.
Finalmente, Campos cree que es esa misma denominación la que ha permitido que Honduras y El Salvador obtengan algunos beneficios por parte de Washington, como el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), estatus bajo el que hay más de 220.000 salvadoreños.
“Ahí tiene usted claro la identidad común desde EE. UU. hacía el Triángulo Norte” y el por qué se ha incluido al país como beneficiario de los 400 billones que la administración Biden, aseveró.
Para Campos el concepto no debe ser tema de discusión “lo que se debe discutir son los términos en los que [la administración Bukele] va a colaborar con los términos del plan Biden en el combate a la corrupción y revertir conductas antidemocráticas”.
Desde la política
Sophia Cortez, analista política y líder comunitaria en Estados Unidos, señaló a la VOA que el pronunciamiento del presidente de El Salvador es “un error diplomático”.
Según ella, con sus declaraciones el presidente salvadoreño deja entrever que “desconoce que el epíteto de Triángulo Norte se debió a un tratado comercial, firmado durante la presidencia del gobernante de derecha Alfredo Félix Cristiani Burkard en los 90 “para abrir un nuevo mercado regional y en el que los tres Gobiernos (El Salvador, Honduras y Guatemala) se comprometían a invertir y cooperar en temas de tratados comercial”.
El acuerdo fue firmado en la cabecera departamental hondureña de Nueva Ocotepeque.
La analista se centra que esta no es la primera vez que el mandatario descalifica un hecho histórico y le resta importancia, ya sea por desconocimiento o por sembrar una polémica.
Anteriormente se negó a conmemorar el aniversario de los Acuerdos de Paz, calificándolos como “negocio” y al conflicto armado que provocó la guerra civil en el país centroamericano como “una farsa”. Hecho que causó incomodidad entre diferentes sectores que vivieron el conflicto armado que cobró la vida de unos 75.000 civiles y dejó 9.000 desaparecidos.
¿Qué hay sobre el tema migratorio?
La analista política no rechaza que el término haya sido retomado para definir políticas migratorias actualmente debido a que “estos tres países son los que más dictan la política exterior de Estados Unidos hacia Latinoamérica”, por la importancia política y estratégica que éstos poseen para Norte América y viceversa.
Este hecho, dice, es demostrado con las relaciones diplomáticas que EE. UU. sostuvo aún con los Gobiernos de izquierda que alternaron en el poder en El Salvador y donde hubo inversiones multimillonarias.
“Estados Unidos es el socio número uno de estos tres países”, apunta Cortez, quien además añade que, dentro de la clasificación en el área migratoria, los números y hechos no mienten, aunque a los gobernantes no les guste, principalmente el caso de dos de ellos.
“Honduras y El Salvador son los países que tienen los niveles de pobreza más grandes del hemisferio […]” la que se verá exacerbada debido a la pandemia del COVID-19, según las proyecciones de organismos internacionales como CEPAL.
Además, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional confirmaron en sendos informes que, pese a que las tasas de homicidios se han reducido drásticamente desde agosto de 2019, “el crimen y la violencia” siguen siendo una amenaza para “el desarrollo social y el crecimiento económico en El Salvador y están entre los principales motivos para que muchos salvadoreños migren”.
A ello hay que sumar que también Honduras y El Salvador “comparten el mismo destino en temas de corrupción”, remarcó.
Desde dentro
Para César Ríos, director del Instituto Salvadoreño del Migrante (INSAMI), el concepto ha sido usado para “imponer políticas externas” y para “negociar con la región” quitando autoridad a lo que se supone debería ser el “Sistema de Integración Centroamericana”.
Además, cree que cuando el presidente salvadoreño Nayib Bukele habla del tema, hay que plantearse desde que perspectiva lo está concibiendo.
“Porque si es para dividirse y no compartir con los otros países, creo es una visión equivocada, pero si es con una mirada integracionista que permita al resto de países desarrollar propuestas para una salida ante la movilidad humana de la región esa es otra óptica”, admitió.
El titular de INSAMI asimismo habló a la Voz de América de las connotaciones que tiene la etiqueta de Triángulo Norte y de por qué actualmente hay una polémica en torno a ello.
“Estados Unidos ha usado mucho el Triángulo Norte para la utilización de estrategias de contención de migrantes y los Gobiernos han sido influidos por estas estrategias migratorias”, alegó. Sin embargo, desde su punto de vista, debido a que la migración no solo proviene de estas tres naciones y sus impactos rodean a toda una región centroamericana, EE. UU. debe propiciar un acercamiento desde el Sistema de Integración Centroamericano.
* Colaboración Claudia Zaldaña desde El Salvador.
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