A principios de esta semana, funcionarios venezolanos confirmaron la participación del presidente venezolano Hugo Chávez en la Asamblea General de la ONU.
Con el objetivo ya en el blanco, un grupo de personas inició la organización para manifestar su repudio contra Chávez.
El llamado se propagó, pero la convocatoria no tuvo el impacto esperado. Sin embargo, un pequeño grupo de unas 30 personas llegó armado con pancartas y gritando fuerte y claro, como si de una legión se tratara, su repudio ante el jefe de Estado de Venezuela.
“Concienticemos a nuestros jóvenes, que nuestros gobernantes sepan que no porque tenemos ideas diferentes no podemos hablar. La libertad de prensa es lo único que tenemos hasta el momento”, dijo Johnny Macías, el organizador de esta marcha contra Chávez.
El pequeño grupo de hispanos se ahogaba por momentos ante la gigantesca manifestación de organizaciones judías de Israel que pedían paz para su tierra, y la destitución del presidente de Iran Mahmuh Ahmadinejad.
Aun con tanta competencia, la euforia por estar en el mismo lugar en donde se encuentra el mandatario venezolano era el incentivo para seguir gritando.
“Fuera Chávez”, “Chávez terrorista”, “Chávez te estamos esperando”, decían las consignas.
“Las acciones de este presidente no sólo afectan a un país en particular, afecta a Latinoamérica, a Estados Unidos y al mundo en general, es por eso que debemos tomar acción y manifestarnos globalmente”, mencionó Gladys Bensimon, una de las manifestantes.
Desafortunadamente el presidente venezolano se encontraba en su hotel mientras todo esto ocurría, y es muy probable que el mensaje de libertades que exigen sus ciudadanos en Nueva York tampoco llegue a su destino final.
Hace unas dos semanas, se manifestaron miles de personas alrededor del mundo en una protesta que los organizadores denominaron como la marcha "No más Chávez".