Desde tempranas horas de la mañana, residentes de la “ciudad de los vientos” se reunieron para escuchar el anuncio en la llamada “Daley Plaza”, en el corazón de Chicago.
Los presentes portaban gorras y banderas con el número 2016 que representa la fecha de los juegos.
“Es decepcionante y muy triste porque teníamos ganas de que fuera aquí”, dijo a la Voz de América Marbella Ocampo quien trabaja como cajera en un restaurante de la ciudad.
El interés de Obama lo llevó a viajar desde Washington directamente a Copenhague donde se realizó la sesión del Comité Olímpico Internacional. Allí, Obama hizo hincapié en que Chicago es el lugar que su esposa y él consideran su hogar.
Otros ponentes de la candidatura de Chicago, como el alcalde Richard Daley, aseguraron al comité que Chicago sería un socio ideal para albergar los juegos.