El estadio de Talca, al sur de la capital chilena, quedó convertido el martes en una piscina luego de que el desborde del Río Claro inundó gran parte de esa ciudad en la que varios de sus residentes se movilizaban en botes por las calles.
Las inundaciones se repetían en incontables localidades, ciudades y extensos campos agrícolas producto de las lluvias que afectan desde el domingo a cuatro regiones del centro sur de Chile que han dejado tres muertos, 5.000 damnificados y más de 20.000 personas completamente aisladas, informó la ministra del Interior, Carolina Tohá. Una cuarta personas permanece desaparecida tras caer a un río.
La cancha de Talca, de 105 metros de largo por 68 de ancho y con capacidad para 16.000 personas, tardará en volver a usarse porque todo el césped está bajo las aguas al igual que casi la totalidad de esa ciudad de más de 220.000 habitantes ubicada a 250 kilómetros al sur de la capital chilena.
En las cercanías de la barriada Suiza de la ciudad -ubicada en la región del Maule- se observaba a varias personas movilizándose en botes para tratar de rescatar algunos enseres.
El presidente Gabriel Boric declaró el estado de emergencia en las regiones de O’Higgins, Ñuble, Biobío y Maule, lo que agiliza la distribución de recursos para los sectores ganadero, agrícola, vitivinícola y apicultor, que “van a requerir mucho, mucho apoyo”, señaló el mandatario.
La región del Maule es la más afectada y la mayoría de sus 30 comunas resultaron inundadas total o parcialmente por el desborde del río del mismo nombre, entre ellas Licantén. En imágenes de televisión se observaban viviendas cubiertas hasta la mitad de su altura por el agua.
Tohá precisó que el hospital y la comisaría de Licantén quedaron destruidos, mientras las cercanas Constitución y Linares también sufrieron inundaciones. Además, hay más de un centenar de caminos y puentes afectados.
En Santa Cruz, en la región de O’Higgins, unos 150 kilómetros al sur de Santiago, más de dos tercios del territorio estaban bajo las aguas.
Las lluvias han declinado en intensidad aunque los ríos siguen con sus cauces incrementados por las precipitaciones en la alta cordillera. En Chillancito en el Biobío, 450 kilómetros al sur de Santiago, el desborde del río Laja inundó decenas de viviendas, al igual que a fines de junio cuando otro temporal asoló esa región.
En la capital chilena el pronóstico meteorológico indica la llegada de más lluvias seguidas por bajas temperaturas.