El volcán Villarrica, al sur de Chile, entró en erupción la madrugada del martes, poniendo en alerta a las autoridades y evacuando a unas 3.500 personas de las zonas aledañas ante posibles deslaves.
Desde hace unos días se apreciaba una fumarola del cráter del volcán hasta las tres de la mañana hora local, cuando el volcán entró en erupció, lanzando lava y ceniza a cientos de metros de distancia.
Las autoridades decretaron alerta roja anoche, la que fue extendida a media mañana a un radio de 10 kilómetros del volcán.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, sobrevoló la zona y llamó a la calma a la población.
Las comunas afectadas son las de Pucón, Villarrica, Cuñaripe y Licán Ray. Se informó que muchos de los evacuados eran turistas que se encontraban visitando la región considerada turística precisamente por la presencia del volcán.
Otros fueron trasladados a albergues, pero pasadas las horas fueron regresando a sus casas a la espera de los nuevos informes sobre la situación.
Desde la erupción, la actividad del volcán ha disminuido, pero el gobierno anunció que seguirá monitoreando el cráter.