Chile registró tres secuestros en cuatro días y en dos la liberación se logró tras el pago de rescates, aunque los captores fueron detenidos por la policía, informaron las autoridades.
Los secuestros son un delito que el país no había enfrentado hasta ahora, dijo el lunes el fiscal nacional Ángel Valencia.
El primero se registró el miércoles y afectó a un empresario en Rancagua, ciudad cercana a la capital chilena, mientras el viernes y sábado dos jóvenes, un boliviano y un chileno, fueron secuestrados en Iquique, 1.800 kilómetros al norte, en la región de Tarapacá.
El empresario y uno de los jóvenes fueron liberados tras el pago parcial del rescate demandado, según informaron autoridades y Milton Torres, uno de los fiscales del caso. El tercero quedó libre luego de la detención de sus captores. Entre los aprendidos hay varios venezolanos, un chileno, un colombiano y una mujer paraguaya, informó la policía.
“Es un desafío que probablemente a ese nivel de sofisticación y complejidad no habíamos enfrentado”, declaró Valencia, quien aseguró que “vamos a poder ir perfeccionando cada vez mejor nuestro protocolo”.
Valencia precisó recientemente que los secuestros van en alza desde 2017 y que el mayor incremento, un 68 %, ocurrió entre 2021 y 2022, período en que las denuncias pasaron de 492 a 826.
El fiscal se refirió a los estos delitos luego de presentar el lunes el Equipo contra el Crimen Organizado y Homicidios para enfrentar delitos como homicidios, secuestros y violaciones, entre otros.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, aseguró que el país tiene los equipos para combatir los secuestros extorsivos y la legislación para condenar a los delincuentes.
La legislación vigente establece condenas de cárcel de cinco a 15 años, y de presidio perpetuo en casos en que por el secuestro se comete homicidio, violación o lesiones gravísimas.