Chile y Uruguay son de los países menos corruptos de América Latina y están entre los treinta países menos corruptos del mundo, según un informe publicado por la organización Transparencia Internacional en Berlín. Ambos países ocupan el lugar 25 del ranking mundial.
Entre los otros países que integran el Cono Sur de América Latina, Paraguay y Argentina no obtuvieron buenas calificaciones. Argentina está en el lugar 106 del ranking y Paraguay en el lugar 154.
Paraguay, junto a Bolivia, Nicaragua y Honduras, son “países con un alto nivel de pobreza que necesitan urgentemente instituciones transparentes que faciliten el necesitado crecimiento económico”, indicó Transparencia Internacional.
Con respecto a Argentina, el organismo señaló que junto a Venezuela, “demuestran que los niveles de percepción de corrupción altos no están exclusivamente ligados a la pobreza”.
En general, la mayoría de los países de la región obtuvieron una puntuación baja.
Según Transparencia Internacional, esto “refleja el hecho de que las instituciones débiles, las prácticas de gobernabilidad deficientes y la excesiva injerencia de los intereses privados continúan frustrando las iniciativas tendientes a promover un desarrollo equitativo y sostenible”.
El organismo también destacó que los periodistas latinoamericanos enfrentan cada vez más un ambiente “restrictivo” para trabajar y varios países “pasaron o propusieron leyes cuyo objetivo es silenciar la cobertura crítica”.
Los obstáculos impuestos a la libertad de prensa repercuten en las denuncias de corrupción y su impacto, advirtió Transparencia Internacional.
Frente a un panorama tan negativo en América Latina, los casos de Uruguay y Chile sobresalen como modelos a seguir.
Consultado sobre el caso uruguayo, el presidente del capítulo de Transparencia Internacional en Uruguay dijo a la Voz de América que en el país “hay una cultura sólida con respecto a eso por el alto nivel de educación y el trabajo a nivel del Estado”.
“Siempre fue muy bajo el nivel de percepción de corrupción en Uruguay”, aseguró Felipe Ortiz de Taranco, presidente del capítulo uruguayo.
Tan bien le ha ido a Uruguay, de hecho, que el capítulo local de la organización no conseguía hasta ahora mucho financiamiento del exterior, contó Taranco, pues el problema de corrupción en el país no es como en otros.
Esto no quiere decir que no hiciera falta en Uruguay un monitoreo más cercano de la corrupción desde la sociedad civil, dijo Taranco.
“Recién ahora que obtuvimos más financiamiento estamos reformulando la institución y abrimos un centro de atención donde la población puede llamar a hacer denuncias sobre casos de corrupción”, contó a la Voz de América.
Otra novedad es que el nueve de diciembre lanzarán la primera encuesta de corrupción en Uruguay. Taranco dijo que si bien se tocó este punto parcialmente en otras encuestas, nunca se hizo de manera tan exhaustiva como ahora.
“La encuesta se hizo en todo el país y en tres ámbitos: entre la opinión pública, los empresarios y los funcionarios públicos”, explicó. Sin embargo, prefirió no adelantar los resultados hasta después de las elecciones del 29 de noviembre.