Los cuerpos de 26 de las víctimas del naufragio de un crucero fluvial chino que se volcó durante una tormenta en el río Yangtzé han sido recuperados, pero la mayoría de los 456 pasajeros que iban a bordo continúan desaparecidos.
La prensa china reporta el rescate con vida de solo 14 pasajeros, entre ellos el capitán y el ingeniero del barco, que continúan bajo custodia de la policía.
La agencia de noticias Xinhua dijo que 135 buzos trabajaron durante la noche buscando sobrevivientes, mientras 3.000 soldados y 48 embarcaciones también se involucraron en la operación.
Los rescatistas trabajan frenéticamente tratando de abrir el casco del barco que ha quedado boca abajo, en un esfuerzo por encontrar pasajeros atrapados que pueden haber sobrevivido en bolsones de aire.
El rescate se ha visto complicado por los fuertes vientos y la lluvia así como la corriente que ha arrastrado el barco casi tres kilómetros río abajo.
El papa Francisco, desde la audiencia de los miércoles en el Vaticano, ofreció sus plegarias en solidaridad con las víctimas y sus familias “en este difícil momento”.
El ministerio de Transporte chino dice que el barco llevaba 405 pasajeros, 46 tripulantes y cinco guías turísticos.
La mayoría de los pasajeros eran turistas mayores, de entre 50 y 80 años, que disfrutaban de los paisajes del río cuando se dirigían de Nanjing a Chongqing, en el suroeste de China.
El barco tenía suficientes botes y chalecos salvavidas, pero debido a lo repentino de la tormenta, no hubo tiempo para alertar del peligro.
