La secretaria de Estado de EE.UU, Hilary Clinton, aseguró que sus conversaciones con China fueron útiles, pese a las grandes diferencias entre Washington y Beijing sobre asuntos como la guerra civil en Siria hasta las disputas territoriales en el Mar Meridional de China.
El pronunciamiento de Clinton se produjo luego de su reunión con el presidente chino Hu Jintao y otros altos funcionarios chinos en Beijing, entre los que se encuentran el ministro de Exteriores, Yang Jiechi, con quien dialogó sobre las disputas territoriales en el Mar Meridional de China.
Ante dicha situación, el presidente Barack Obama teme que aumenten las tensiones avivadas por el nacionalismo entre China y sus vecinos más pequeños, por lo cual Washington aboga por la rápida aplicación de un código que permita prevenir conflictos.
Por su parte, Beijing rechaza dicha propuesta y plantea negociar pacíficamente con sus vecinos.
En medio de una rueda de prensa, Clinton también afirmó que existen varios asuntos en los que EE.UU. y China “deben consultarse” y expresó que su país "no dejará de defender sus intereses estratégicos ni a dejar de expresar claramente las diferencias".
De la misma manera, el pasado miércoles, en medio de una rueda de prensa, Hillary Clinton, y el ministro de Relaciones Exteriores chino, Yang Jiechi, prometieron que los dos países seguirán cooperando entre sí.
Mientras Clinton dijo estar orgullosa de la fuerza y resistencia de la relación que han mantenido los dos países, Yang aseguró que tanto China como Estados Unidos trabajarán juntos siempre y cuando continúe "el respeto mutuo por los intereses y grandes preocupaciones de cada uno".
Días antes el primer ministro chino Wen jiabao, pidió a EE.UU. respetar su soberanía e integridad territorial y que desempeñe un papel más constructivo en los diálogos y en la cooperación de los asuntos de Asía Pacifico para mantener la estabilidad en la región.
China es uno de los países que se opone a que la Organización de Naciones Unidas sancione a Siria para presionar Bashar al-Assad, argumentando que la guerra civil en ese país debe resolverse mediante negociaciones.
El pronunciamiento de Clinton se produjo luego de su reunión con el presidente chino Hu Jintao y otros altos funcionarios chinos en Beijing, entre los que se encuentran el ministro de Exteriores, Yang Jiechi, con quien dialogó sobre las disputas territoriales en el Mar Meridional de China.
Ante dicha situación, el presidente Barack Obama teme que aumenten las tensiones avivadas por el nacionalismo entre China y sus vecinos más pequeños, por lo cual Washington aboga por la rápida aplicación de un código que permita prevenir conflictos.
Por su parte, Beijing rechaza dicha propuesta y plantea negociar pacíficamente con sus vecinos.
En medio de una rueda de prensa, Clinton también afirmó que existen varios asuntos en los que EE.UU. y China “deben consultarse” y expresó que su país "no dejará de defender sus intereses estratégicos ni a dejar de expresar claramente las diferencias".
De la misma manera, el pasado miércoles, en medio de una rueda de prensa, Hillary Clinton, y el ministro de Relaciones Exteriores chino, Yang Jiechi, prometieron que los dos países seguirán cooperando entre sí.
Mientras Clinton dijo estar orgullosa de la fuerza y resistencia de la relación que han mantenido los dos países, Yang aseguró que tanto China como Estados Unidos trabajarán juntos siempre y cuando continúe "el respeto mutuo por los intereses y grandes preocupaciones de cada uno".
Días antes el primer ministro chino Wen jiabao, pidió a EE.UU. respetar su soberanía e integridad territorial y que desempeñe un papel más constructivo en los diálogos y en la cooperación de los asuntos de Asía Pacifico para mantener la estabilidad en la región.
China es uno de los países que se opone a que la Organización de Naciones Unidas sancione a Siria para presionar Bashar al-Assad, argumentando que la guerra civil en ese país debe resolverse mediante negociaciones.