China renovó su desafío a la opinión internacional un día antes de que sea entregado el Premio Nobel de la Paz al encarcelado disidente chino Liu Xiaobo.
En Beijing, la portavoz de la cancillería china, Jiang Yu, dijo que no cederán a ninguna presión para liberar al activista pro democracia.
China y grupos de derechos humanos están involucrados en una controversia mundial por la ceremonia que tendrá lugar este viernes 10 de diciembre (2010), en Oslo, Noruega.
El país asiático exhorta a las naciones a no enviar a sus diplomáticos y grupos de derechos humanos dijeron que lo países que acepten deberían sentirse avergonzados.
Filipinas es el más reciente país en enfrentar críticas por su decisión de no asistir a la ceremonia.
Por lo menos 44 países han dicho al comité organizador del Nobel que asistirán a la ceremonia, mientras que 18 se han unido a China en rechazar las invitaciones.
Liu Xiaobo dijo que si el pueblo chino tiene el apoyo de todo el mundo, pueden trabajar juntos para cambiar China, de un estado totalitario a una nación libre, donde cada persona pueda expresarse libremente.
