La separación de especies entre humanos y los chimpancés a partir de un antecesor común se produjo hace seis millones de años, mientras que el surgimiento de los gorilas desde el mismo ancestro ocurrió cuatro millones de años antes, confirma un estudio publicado por la revista Nature.
Un grupo de 60 científicos trabajaron durante cinco años para secuenciar el genoma de una gorila hembra de las tierras bajas, la última de los grandes simios, cuyo ADN fue mapeado.
Sin embargo, tal como revela Aylwyn Scally, autor que lideró el estudio y quien pertenece al Trust Genome Campus del Welcome Trust Sanger Institute en Inglaterra, incluso con esa inmensa brecha en cuanto al tiempo de evolución, humanos y gorilas tienen mucho más común, genéticamente hablando, de lo que se pensaba previamente.
“El pasaje de los ancestros a través de tres genomas cambia de postura a postura”, dice Scally.
“A pesar de que el genoma humano es ciertamente más cercano en promedio al del chimpancé, una porción menor, un 15%, es de hecho más cercano al gorila. E incluso existe otro 15% donde chimpancés y gorilas son más cercanos”, indicó el especialista.
El 98% de los genes de los gorilas y los humanos son idénticos; los humanos y los chimpancés en tanto, comparten el 99% de su ADN.
El coautor del estudio, Chris Tyler-Smith, del mismo instituto, dice que esos pocos genes de diferencia, son de especial interés en los estudios.
Los genes cuentan la historia
El estudio encontró, por ejemplo, que un solo gen de los gorilas puede mejorar la producción de queratina, una proteína que compone las uñas de los grandes simios, la piel y especialmente los nudillos, los cuales están ausentes en el genoma humano.
Incluso, un grupo de genes asociaciados con el oído, cuentan otra parte de la historia.
“Es bien conocido que los genes humanos vinculados con la habilidad de oír, se han desarrollado en forma más acelerada en la evolución de los humanos”, dice Tyler-Smith.
“Pero lo que podemos ver al secuenciar el genoma de los gorilas, es que esa aceleración se inició hace millones de año. Por lo tanto, esto implicaría que no está relacionada con la habilidad de hablar que tienen los humanos, sino que debe ser por un papel más amplio que debe jugar”.
Al secuenciar el genoma de los gorilas se pueden identificar también varios genes que causan enfermedades en los humanos pero no en los gorilas. Uno de estos genes es el que conduce a la demencia humana y otro está asociación con las fallas cardíacas en las personas.
“Si pudieras comprender mejor porque esas variantes son tan dañinas entre los humanos, pero no para los gorilas, podríamos hallar importante y útiles aplicaciones médicas” agrega Tyler-Smith, quien aspira a explorar los árboles genealógicos más a fondo para entender que pasó, y cómo fue que humanos y gorilas tomaron caminos separados como especies.
El investigador sostiene que la secuencia genética de los gorilas es el modelo original que ayudará a entender muchos de los misterios de la evolución.
Un grupo de 60 científicos trabajaron durante cinco años para secuenciar el genoma de una gorila hembra de las tierras bajas, la última de los grandes simios, cuyo ADN fue mapeado.
Sin embargo, tal como revela Aylwyn Scally, autor que lideró el estudio y quien pertenece al Trust Genome Campus del Welcome Trust Sanger Institute en Inglaterra, incluso con esa inmensa brecha en cuanto al tiempo de evolución, humanos y gorilas tienen mucho más común, genéticamente hablando, de lo que se pensaba previamente.
“El pasaje de los ancestros a través de tres genomas cambia de postura a postura”, dice Scally.
“A pesar de que el genoma humano es ciertamente más cercano en promedio al del chimpancé, una porción menor, un 15%, es de hecho más cercano al gorila. E incluso existe otro 15% donde chimpancés y gorilas son más cercanos”, indicó el especialista.
El 98% de los genes de los gorilas y los humanos son idénticos; los humanos y los chimpancés en tanto, comparten el 99% de su ADN.
El coautor del estudio, Chris Tyler-Smith, del mismo instituto, dice que esos pocos genes de diferencia, son de especial interés en los estudios.
Los genes cuentan la historia
El estudio encontró, por ejemplo, que un solo gen de los gorilas puede mejorar la producción de queratina, una proteína que compone las uñas de los grandes simios, la piel y especialmente los nudillos, los cuales están ausentes en el genoma humano.
Incluso, un grupo de genes asociaciados con el oído, cuentan otra parte de la historia.
“Es bien conocido que los genes humanos vinculados con la habilidad de oír, se han desarrollado en forma más acelerada en la evolución de los humanos”, dice Tyler-Smith.
“Pero lo que podemos ver al secuenciar el genoma de los gorilas, es que esa aceleración se inició hace millones de año. Por lo tanto, esto implicaría que no está relacionada con la habilidad de hablar que tienen los humanos, sino que debe ser por un papel más amplio que debe jugar”.
Al secuenciar el genoma de los gorilas se pueden identificar también varios genes que causan enfermedades en los humanos pero no en los gorilas. Uno de estos genes es el que conduce a la demencia humana y otro está asociación con las fallas cardíacas en las personas.
“Si pudieras comprender mejor porque esas variantes son tan dañinas entre los humanos, pero no para los gorilas, podríamos hallar importante y útiles aplicaciones médicas” agrega Tyler-Smith, quien aspira a explorar los árboles genealógicos más a fondo para entender que pasó, y cómo fue que humanos y gorilas tomaron caminos separados como especies.
El investigador sostiene que la secuencia genética de los gorilas es el modelo original que ayudará a entender muchos de los misterios de la evolución.