El mundo entero recuerda la llegada del primer ser humano a la Luna, el 20 de julio de 1969.
Los medios de comunicación de aquella época transmitieron vía satélite --muchos por primera vez en su historia-- en vivo el despegue y alunizaje del Apolo 11.
Gran parte de la transmisión que recibían los países en América Latina salía de las ondas radiales enviadas por la Voz de América.
Este es parte del audio original de aquella histórica transmisión:
El científico Charlie Galindo, geólogo químico que trabaja para la NASA en el Centro Espacial Johnson, en Houston Texas, en diálogo con la Voz de América se refirió al histórico acontecimiento, en entrevista con el periodista Milton Hourcade.
Escuche lo que Charlie Galindo dijo:
¿Dónde estaba usted el 20 de julio de 1969?
Muchos no habían nacido aún, mientras otros recuerdan el primer día que el hombre caminó sobre la superficie lunar.
“Regresé de cubrir información de la guerra que enfrentó durante seis días a Honduras y El Salvador, la mal llamada Guerra del Fútbol o de las 100 horas. Cuando llegué a Tegucigalpa me dí cuenta que el hombre había caminado sobre la superficie lunar. Ese día fue de sentimientos mixtos, venía de un conflicto armado, había nacido mi primogénito, tenía una cantidad de informes que redactar y el hombre había llegado a la Luna. Realmente, fue una fecha inolvidable para mí”. – Alexis Zúñiga, periodista.
“Las imágenes y sonidos de aquel 20 de Julio de 1969, han quedado imborrables para todos quienes las vivimos. En mi nativo Uruguay, era de madrugada, pero allí estábamos reunidos como familia, mis padres, mi hermano y yo, mirando el televisor en blanco y negro, y recibiendo aquellas imágenes un tanto borrosas, y aquellos sonidos algo desfigurados por la distancia, absortos, impactados por esa realidad que superaba toda película de ciencia ficción. Como bien lo dijera Neil Armstrong en su ya famosa frase, aquello fue ‘Un pequeño paso para un hombre, un salto gigantesco para la humanidad’. El ser humano por primera vez en su historia, estaba pisando un suelo que no era el de esta Tierra. Se abría la puerta en forma definitiva hacia los viajes a otros cuerpos celestes”. – Milton Hourcade, periodista.
“Mi primer recuerdo de este acontecimiento es en blanco y negro, pues entonces la televisión en España era así. Es extraordinario paso del hombre fuera de la tierra lo recuerdo en palabras de un gran periodista español destacado en Estados Unidos, por aquel entonces, se llama Jesús Hermida, y estas fueron sus palabras: ‘Un pequeño paso para el hombre, un gigantesco paso para la Humanidad’. Así tradujo Hermida y sonó con voz emocionada ese en todos pocos televisores españoles de los que disfrutábamos en esa época”. – Catalina Beleña Martínez, España.
"La Voz de los Estados Unidos de América es una parte esencial e inseparable en mi emocionado recuerdo del primer alunizaje. Profundamente conmovidos, mis padres, mis hermanos y yo seguimos por TV aquel "pequeño paso" de Neil Armstrong. Era la primera vez que en la Argentina veíamos TV satelital.
Pero las mejores descripciones nos llegaban por una pequeña radio de transistores sintonizada en la "Radiocadena Espacial Continental" que, por la VOA, conducía Enrique González Regueira desde Washington, con Andrés Moreno o Mauricio Goldchain, no recuerdo exactamente, en el Estudio 25, Ramón Levi en el Control de la Misión, en Houston, y José Pérez del Río en el Centro Espacial Kennedy, en la Florida.
Entonces bajamos el volumen del televisor y subimos el de la radio.
Pasaron tantos años y sin embargo recuerdo palabra por palabra, como si fuera hoy, el brillante relato que hizo "Pepe" Pérez del Río del lanzamiento de la Apolo 11, el 16 de julio de 1969:
"10... 9... 8... y... ¡Se encienden los motores...! ¡Qué llamarada tan enorme...! Es un gigante de acero escupiendo lenguas de fuego a lo largo y a lo ancho de la plataforma... Las nubes, formadas al pie de la base, se abren a los lados dando paso a este... momento histórico en el que la luz cegadora de los cinco motores del Saturno Quinto iluminan el cielo que, aunque está claro, se ve aún más brillante y más hermoso... Es un verdadero monumento... (empieza a llegar el rugido del cohete)... tendré que apagar mi voz...(solo rugido)." – Roberto Solans, Villa La Angostura, Neuquén, Argentina