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Cierre parcial del gobierno de EE.UU. rompe récord


Aproximadamente 800.000 empleados, más de la mitad de los cuales todavía se presentan a trabajar, perdieron su primera paga el viernes debido al cierre.
Aproximadamente 800.000 empleados, más de la mitad de los cuales todavía se presentan a trabajar, perdieron su primera paga el viernes debido al cierre.

El cierre parcial del gobierno se convirtió el sábado en el más largo en la historia de EE.UU., al superar durante las primeras horas, los 21 días que duró una paralización del gobierno en 1996 durante el gobierno del presidente Bill Clinton.

El presupuesto federal caducó el pasado 22 de diciembre y desde entonces demócratas y republicanos no logran ponerse de acuerdo para aprobar una ley que permita reabrir el gobierno, pero que al mismo cumpla con las exigencias del presidente Donald Trump para asegurar la frontera de EE.UU. y México que gira en torno a la construcción de un muro.

El sábado por la mañana, el presidente Donald Trump hizo un llamado a los legisladores para que regresen de sus "vacaciones" y se pongan a trabajar para "poner fin al cierre del gobierno mientras al mismo tiempo terminan con la horrible emergencia humanitaria en la frontera sur. Yo estoy aquí en la Casa Blanca esperando para firmar", escribió Trump en su cuenta de Twitter.

De esta manera, el presidente Trump reiteró que el requisito para aprobar cualquier legislación es que incluya el financiamiento para el muro, lo cual señaló fue una promesa de campaña.

"Tengo un plan sobre el cierre, pero para comprender ese plan, tendrían que comprender el hecho de que gané las elecciones y prometí seguridad y protección para el pueblo estadounidense. Parte de esa promesa era un muro en la frontera sur. ¡Las elecciones tienen consecuencias!", manifestó Trump en su red social.

Por un lado, los demócratas consideran que no es necesario construir un muro a lo largo de la frontera sur con México e incluso lo han considerado hasta “inmoral”, pero para el presidente Trump es imprescindible y está dispuesto a conseguirlo así tenga, incluso, que declarar una emergencia nacional.

El presidente señaló el viernes que por ahora no declarará la emergencia nacional y que prefiere dejar actuar al Congreso, pero la pregunta es ¿hasta cuándo?.

Aproximadamente 800.000 empleados, más de la mitad de los cuales todavía se presentan a trabajar, perdieron su primera paga el viernes debido al cierre. Esto sumado a los efectos que ha tenido en parques nacionales, inspecciones de alimentos y la economía en general mantienen a algunos de los republicanos en el Capitolio cada vez más incómodos con las exigencias de Trump.

Un ejemplo de los departamento que se han visto afectado es el Departamento de Estado: casi la mitad de los empleados en Estados Unidos, y como una tercera parte en el extranjero, están bajo licencia durante el cierre.

Con la excepción de algunos empleados locales en el extranjero, el resto trabaja sin paga. Es el caso de los que acompañan al secretario de Estado, Mike Pompeo, durante una gira por nueve países del Medio Oriente.

Al respecto, Pompeo aseguró el sábado a su llegada a Abu Dabi que “la moral es buena”, refiriéndose a los trabajadores del Departamento de Estado. “Ellos entienden que hay riñas en Washington, pero su misión continúa, su labor continúa y ellos están trabajando”, afirmó.

También lea: "Sin paga no hay paz", trabajadores federales protestan cierre de gobierno en la capital.

Incluso, el senador republicano, Lindsey Graham de Carolina del Sur instó el viernes al presidente Trump a que “declare una emergencia nacional ahora. Construya un muro ahora”.

Por su parte, la Cámara de Representantes y el Senado votaron para devolver a los trabajadores federales el pago tan pronto el gobierno federal vuelve a abrir. Faltaría solo la firma del presidente.

También lea: Senado aprueba medida para pagar retroactivamente a trabajadores federales después que abra el gobierno.

Una idea que al parecer perdió fuerza el viernes fue la desviar dinero de otras agencias para la construcción del muro, en especial una propuesta que consideraba utilizar parte de los $13.9 mil millones de dólares asignados al Cuerpo de Ingenieros del Ejército después de los huracanes e inundaciones mortales del año pasado.

Esta opción provocó reacciones de protesta por parte de funcionarios de Puerto Rico y algunos estados que se están recuperando de desastres como California.

El presidente Trump está pidiendo al Congreso que asigne dentro del presupuesto más de cinco mil millones de dólares para construir el muro.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi señaló el viernes que el presidente Trump con el tema del muro está tratando de distraer la atención de la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la interferencia rusa en la pasada elección en 2016 y otros problemas que enfrenta la Casa Blanca.

"Esto no es un muro entre México y Estados Unidos. Este es un muro entre los fracasos de su administración", dijo Pelosi a los periodistas. "Esta es una distracción y él es un maestro de la distracción", agregó Pelosi.

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