Gordon Gekko es codicioso, poderoso y un villano de Wall Street. Su historia ficticia, pero muy apegada a la realidad, nació en 1987 de la mano de Oliver Stone.
A 23 años de la historia original, Hollywood reinventa esta cinta que le valió un premio Oscar a Michael Douglas por su papel como Gekko, mismo que repetirá en Wall Street: El dinero nunca duerme.
La película es una historia sobre ganar dinero a toda costa. En una sociedad en donde las personas harán cualquier cosa por conseguir entrar en ese club tan exclusivo de la acumulación de riqueza y poder.
Al lado de Douglas está uno de los jóvenes actores más populares del momento, Shia LaBeouf (Transformers) quien ayudará a Gekko a reencontrarse con su hija, pero se dejará influenciar por las dulces mieles de la codicia.
La trama es muy intensa y la historia es ideal para un momento en que Wall Street se encuentra en la mira de todos. Si te gustan los dramas financieros y las autobiografías, esta cinta cumple con los requisitos.