El presidente de EE.UU. Donald Trump ha dicho por semanas que "no tiene problemas" con las pruebas de misiles de corto alcance de Corea del Norte. Y parece que Pyongyang recibió el mensaje.
Los medios oficiales de Corea del Norte citaron los comentarios de Trump, horas después de desplegar lo que parece ser otro nuevo sistema de misiles de corto alcance que amenaza a los aliados en la región.
En un artículo de la agencia de noticias oficial Korean Central, un portavoz del ministerio de exteriores reprochó Corea del Sur por criticar sus recientes lanzamientos.
"Incluso el presidente de EE.UU. hizo una declaración en la que en efecto reconoce el derecho a defensa propia de un estado soberano, diciendo que es una pequeña prueba de misiles que muchos países hacen", indicó el portavoz.
Múltiples pruebas de misiles
El sábado, Corea del Norte realizó su quito lanzamiento de misiles balísticos en poco más de dos semanas, y el séptimo en los últimos dos meses. En total, Corea del Norte ha presentado tres nuevos sistemas de misiles de corto alcance durante ese período, los cuales parecen estar diseñado para evadir o abrumar las defensas antimisiles de Estados Unidos y Corea del Sur.
El sábado, Trump dijo que el líder de Corea del Norte Kim Jong Un recientemente ofreció una “pequeña disculpa” por las pruebas y prometió detener los lanzamientos tan pronto finalice la ronda de ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y EE. UU.
Trump dijo que Kim envió la disculpa en una carta personal en la que criticó los ejercicios militares entre Estados Unidos y Corea del Sur.
“Fue una larga carta, mucha de la cual eran quejas sobre los ridículos y caros ejercicios”, indicó Trump en un tuit. “Era también una pequeña disculpa por la prueba misiles de corto alcance, y que esas pruebas se detendrán cuando los ejercicios terminen”.
Las pruebas violan las regulaciones del Concejo de Seguridad de las Naciones Unidas que prohíben a Corea del Norte cualquier actividad de misiles balísticos. Pero Trump, que quiere continuar las conversaciones con Corea del Norte, ha ignorado las pruebas.
“Kim sabe que puede continuar con el lanzamiento de misiles de corto alcance sin consecuencias. Él puede continuar provocando, mientras siga emitiendo señales de esperanzas al presidente Trump directamente”, aseguró Soo Kim, una ex analista de la CIA que ahora trabaja en la base estadounidense Rand Corp.
“Kim avanza fielmente según el plan. Está marcando el optempo (tempo operativo) de su compromiso con el presidente Trump – manteniéndose en nuestro radar a través de estos lanzamientos y misivas amistosas – para poner a Estados Unidos en un aprieto”, agregó.
Ejercicios militates
EE.UU. y Corea del Sur comenzaron sus más recientes ronda de ejercicios militares el lunes. Están programados para durar hasta el 20 de agosto.
Los ejercicios se han reducido para ayudar a allanar el camino para las conversaciones con Corea del Norte, quien ve los ejercicios como una preparación para invadir. Pero eso no ha satisfecho ni a Trump ni Kim, quienes han encontrado terreno común en su desagrado por los ejercicios.
“Nunca he sido un fan” de los ejercicios, indicó Trump el viernes. “¿Sabes por qué? No me gusta pagar por eso. Deberíamos ser reembolsados por ello”, indicó Trump, agregando que él solo aprobó los últimos ejercicios porque ayudaron a preparar “una rotación de varias áreas de Corea del Sur”. “Me gusta eso porque debería pasar”, añadió Trump.
Los últimos ejercicios de EE.UU. y Corea del Sur están dirigidos en parte para probar la capacidad de Corea del Sur de retomar el control operativo de EE.UU. durante la guerra. EE.UU. tiene alrededor 28.500 tropas en Corea del Sur.
Trump se ha quejado por décadas que los aliados estadounidenses como Corea del Sur, Japón y otros no están pagando suficiente por la protección militar estadounidense. Corea del Norte parece estar explotando esas quejas en un intento para dividir la alianza entre Washington y Seúl.
“Romper la alianza es exactamente lo que Pyongyang quiere, que por lo que hace todo este ruido y trata de culpar a los ejercicios de EE.UU. y Corea del Sur por su falta de cooperación”, indicó Leif-Eric Easley, una profesora en la Ewha Womans University en Seúl.
“Pyongyang busca explotar la preocupación de Trump con compartir los gastos de la alianza como también la deteriorada relación de Corea del Sur con Japón. Kim apela a Trump directamente sobre los ejercicios, tratando de abrir una brecha entre Washington y Seúl”, dijo Easley.
Disputa de costos compartidos
Trump más temprano esta semana anunció en un tuit que Corea del Sur ha aceptado pagar “substancialmente” más por la presencia de tropas estadounidenses. Corea del Sur refutó esa afirmación, diciendo que las negociaciones de los costos compartidos con EE.UU. aún no han comenzado.
La administración del presidente surcoreano Moon Jae-in ha respondido cautelosamente a los comentarios de Trump e hizo caso omiso de las últimas provocaciones de Corea del Norte. Moon ha hecho de las conversaciones de Corea del Norte una prioridad.
Pero Moon ahora se encuentra en una posición cada vez más incómoda, con tanto Trump como Kim abiertamente criticando a Seúl.
Mientras tanto, Trump han dado pocas señales que aflojará la presión sobre Corea del Sur.
En una recaudación de fondos en Nueva York el viernes, Trump se burló del acento “mientras describía cómo cedió a las duras negociaciones de Trump”, según un reporte del New York Post.
“Así que por qué estamos pagando por su defensa”, agregó Trump, según el reporte. “Tienen que pagar”.