La secretaria de Estado Hillary Clinton planteó a su homólogo chino Yang Jiechi, la aceptación de un código de conducta para resolver disputas territoriales en el Mar Meridional de China, algo que el gobierno chino ha rechazado antes.
La reunión entre los dos diplomáticos se dio en el marco de la conferencia anual de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés), que se realiza en Phnom Penh, Cambodia.
Una tercera parte del tráfico mundial de carga pasa por el Mar Meridional de China, que además alberga vastas reservas de petróleo y gas natural.
China proclama soberanía sobre casi toda el área y hasta ha creado una nueva ciudad para administrarla, pero sus ambiciones han generado protestas y tensiones crecientes con Filipinas, Vietnam, Taiwán, Malasia y Brunei.
"Estados Unidos no tiene pretensiones territoriales allí y no tomamos partido en las disputas sobre límites territoriales o marítimos", dijo Clinton a los cancilleres reunidos en la capital de Camboya. "Pero sí tenemos un interés en la libertad de navegación, el mantenimiento de la paz y la estabilidad, el respeto del derecho internacional y el comercio sin trabas legales en el Mar Meridional de China".
Las naciones asiáticas deberían "trabajar en colaboración y diplomáticamente para resolver las disputas sin coacción, sin intimidación, ni amenazas y sin el uso de la fuerza", destacó Clinton.
Los 10 miembros de la ASEAN anunciaron a principios de la semana que habían elaborado una serie de normas de derechos de gobierno marítimo y navegación, así como procedimientos para cuando los gobiernos tengan desacuerdos. Pero China no es miembro del grupo y no ha accedido a nada.
Para Estados Unidos, la difícil función diplomática que se avecina podría ser una prueba de fuego para los esfuerzos del gobierno de Barack Obama de reorientar el poder estadounidense hacia el continente más poblado del mundo.
El secretario de Estado adjunto de Relaciones Públicas Mike Hammer dijo a la Voz de América que “hay un rol importante para los Estados Unidos en Asia. Somos una potencia tanto en el Pacífico como en el Atlántico".
Tan solo abordar el tema ha contribuido a que Washington estreche relaciones con Vietnam, al tiempo que es visto con mejores ojos por otros gobiernos de la región.
Sin embargo, un sinnúmero de reuniones entre funcionarios estadounidenses y chinos no han permitido avanzar en una solución duradera.
La reunión entre los dos diplomáticos se dio en el marco de la conferencia anual de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés), que se realiza en Phnom Penh, Cambodia.
Una tercera parte del tráfico mundial de carga pasa por el Mar Meridional de China, que además alberga vastas reservas de petróleo y gas natural.
China proclama soberanía sobre casi toda el área y hasta ha creado una nueva ciudad para administrarla, pero sus ambiciones han generado protestas y tensiones crecientes con Filipinas, Vietnam, Taiwán, Malasia y Brunei.
"Estados Unidos no tiene pretensiones territoriales allí y no tomamos partido en las disputas sobre límites territoriales o marítimos", dijo Clinton a los cancilleres reunidos en la capital de Camboya. "Pero sí tenemos un interés en la libertad de navegación, el mantenimiento de la paz y la estabilidad, el respeto del derecho internacional y el comercio sin trabas legales en el Mar Meridional de China".
Las naciones asiáticas deberían "trabajar en colaboración y diplomáticamente para resolver las disputas sin coacción, sin intimidación, ni amenazas y sin el uso de la fuerza", destacó Clinton.
Los 10 miembros de la ASEAN anunciaron a principios de la semana que habían elaborado una serie de normas de derechos de gobierno marítimo y navegación, así como procedimientos para cuando los gobiernos tengan desacuerdos. Pero China no es miembro del grupo y no ha accedido a nada.
Para Estados Unidos, la difícil función diplomática que se avecina podría ser una prueba de fuego para los esfuerzos del gobierno de Barack Obama de reorientar el poder estadounidense hacia el continente más poblado del mundo.
El secretario de Estado adjunto de Relaciones Públicas Mike Hammer dijo a la Voz de América que “hay un rol importante para los Estados Unidos en Asia. Somos una potencia tanto en el Pacífico como en el Atlántico".
Tan solo abordar el tema ha contribuido a que Washington estreche relaciones con Vietnam, al tiempo que es visto con mejores ojos por otros gobiernos de la región.
Sin embargo, un sinnúmero de reuniones entre funcionarios estadounidenses y chinos no han permitido avanzar en una solución duradera.