Colombia buscará el control de la población de más de un centenar de hipopótamos que habitan su territorio mediante la esterilización quirúrgica, el traslado de ejemplares a otros países y la eutanasia, informó el jueves el gobierno.
Los hipopótamos, originarios de África, son descendientes de cuatro crías que el narcotraficante Pablo Escobar trasladó hasta Antioquia, en el noroeste colombiano, como parte de su zoológico privado en la década de 1980.
El gobierno los declaró el año pasado como una especie exótica invasora que afecta ecosistemas y representa riesgos para las comunidades aledañas. Estiman que hay 169 hipopótamos en Colombia, especialmente en la cuenca del río Magdalena, y que de no tomar medidas podrían llegar a ser 1.000 individuos en 2035.
La primera etapa de este plan de manejo de la especie será la esterilización quirúrgica de 40 hipopótamos al año e iniciará la próxima semana, según dijo a la prensa la ministra de Ambiente, Susana Muhamad.
El ministerio detalló que se trata de un procedimiento de alto costo —cada esterilización cuesta unos 9.800 dólares— que representa riesgos para el hipopótamo, como la muerte o la reacción alérgica a la anestesia, así como riesgos para el personal médico. Los animales están dispersos en un área extensa, son territoriales y suelen ser agresivos.
Aun así, la esterilización resulta insuficiente para controlar el crecimiento de la especie invasora, por lo que el gobierno avanza en la logística para trasladar varias decenas a otros países, un plan novedoso que fue anunciado en marzo.
Muhamad aseguró que se han comunicado con las autoridades administrativas de México, India y Filipinas, y evalúan enviar 60 hipopótamos a India. “Estamos trabajando en el protocolo para la exportación de los animales. Nosotros no vamos a exportar un solo animal si no hay autorización de la autoridad ambiental del otro país”, señaló.
Como último recurso para controlar la población, el Ministerio está construyendo un protocolo para realizar eutanasia, el cual se pondrá en consulta con mesas técnicas “para garantizar su eficiencia y rigurosidad”.
Dada su capacidad reproductiva y ausencia de depredador natural, los hipopótamos se convirtieron en un desafío mayor para el gobierno colombiano que, sin embargo, no ha ordenado la caza de control.