Los cuerpos de Policía de Colombia y Ecuador, articulados a través de Ameripol, asestaron un certero golpe a las finanzas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al atacar la principal infraestructura logística y de producción para el tráfico de estupefacientes que poseía ese grupo en la franja que divide a los dos países.
En el operativo conjunto se logró la captura de ocho personas, la incautación de 16 armas de fuego, la destrucción de seis sofisticados laboratorios para el procesamiento de clorhidrato de cocaína, así como el hallazgo de más de 1.400 cartuchos de munición, 4.500 dólares y 1.200 euros en efectivo.
La Operación “Sin Frontera” comenzó con un riguroso trabajo de inteligencia que permitió la detección de cuatro empresas con sede en Quito y Guayaquil, las cuales servían como fachada para el aprovisionamiento de insumos con destino a los complejos de producción controlados por la Columna Daniel Aldana de las FARC.
Las siete capturas efectuadas en territorio ecuatoriano, incluidas las de tres colombianos, identificados como Miguel Angel Pai Santacruz, Jesús Antonio Gualpa Cortés y Nelson Cuajivoy Llanos, la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional desplegó una operación de asalto sobre los complejos de Gustavo González Sánchez, alias “Rambo”, por quien el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ofreció hasta 1.200 millones de pesos como recompensa.
Los laboratorios, ubicados en una compleja zona topográfica a orillas del río Mataje, que marca el límite fronterizo, fueron copados, inspeccionados y destruidos por Comandos Jungla especialmente entrenados en este tipo de intervenciones. En el sitio, la Policía Nacional incautó 11 toneladas de hoja de coca, al tiempo que capturó a una persona que hacía les veces de custodio de la infraestructura narcotraficante.
En el operativo conjunto se logró la captura de ocho personas, la incautación de 16 armas de fuego, la destrucción de seis sofisticados laboratorios para el procesamiento de clorhidrato de cocaína, así como el hallazgo de más de 1.400 cartuchos de munición, 4.500 dólares y 1.200 euros en efectivo.
La Operación “Sin Frontera” comenzó con un riguroso trabajo de inteligencia que permitió la detección de cuatro empresas con sede en Quito y Guayaquil, las cuales servían como fachada para el aprovisionamiento de insumos con destino a los complejos de producción controlados por la Columna Daniel Aldana de las FARC.
Las siete capturas efectuadas en territorio ecuatoriano, incluidas las de tres colombianos, identificados como Miguel Angel Pai Santacruz, Jesús Antonio Gualpa Cortés y Nelson Cuajivoy Llanos, la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional desplegó una operación de asalto sobre los complejos de Gustavo González Sánchez, alias “Rambo”, por quien el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ofreció hasta 1.200 millones de pesos como recompensa.
Los laboratorios, ubicados en una compleja zona topográfica a orillas del río Mataje, que marca el límite fronterizo, fueron copados, inspeccionados y destruidos por Comandos Jungla especialmente entrenados en este tipo de intervenciones. En el sitio, la Policía Nacional incautó 11 toneladas de hoja de coca, al tiempo que capturó a una persona que hacía les veces de custodio de la infraestructura narcotraficante.