La nueva y ambiciosa política de búsqueda de la paz en Colombia que impulsa el gobierno de Gustavo Petro será apoyada con millonarios recursos aportados por el Fondo Multidonante de las Naciones Unidas que canaliza la cooperación internacional destinada al sostenimiento de la paz.
Mireia Villar Forner, coordinadora residente del sistema de Naciones Unidas en Colombia y co-presidenta del Fondo, aseguró el miércoles a la prensa, que de manera novedosa el Fondo se propone apoyar acciones más amplias de construcción de paz en Colombia más allá de la implementación del acuerdo de paz firmado en 2016 entre el Estado y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Petro, primer presidente de tendencia izquierdista en la historia de Colombia, pretende con el proyecto “paz total” impulsar diálogos y acuerdos de sometimiento a la justicia con múltiples grupos armados que aún combaten en el país, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y bandas criminales dedicadas al narcotráfico, con el propósito de aminorar la violencia.
El Fondo Multidonante recibió nuevas contribuciones para 2023 que suman 17,4 millones de dólares de Noruega, Alemania, Irlanda y Reino Unido y que complementan otras ya realizadas por países como Suiza, Canadá y España. Así, el plan de acción aprobado para el próximo año tendrá una inversión de 55 millones de dólares, la más alta desde que el fondo se creó en 2016 para apoyar el proceso de paz con las FARC. Sin embargo, no fue detallado el monto que se invertirá en la política de “paz total” del gobierno actual.
Villar explicó que el Fondo, con sus países donantes, decidirán los apoyos puntuales de acuerdo a los pedidos que les haga el gobierno colombiano, luego de realizar una valoración.
Desde el gobierno colombiano subrayaron como positivo el plan de inversión que incluye la nueva política. Mauricio Lizcano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia, aseguró que más allá de la buena noticia que representan los recursos, el mensaje político apunta a que la “comunidad internacional de estos países apoya el proceso y la política de paz total que lidera nuestro presidente”.
Klaus Botzet, ministro consejero de la Embajada de Alemania en Colombia, anunció que además de las nuevas donaciones, Alemania aceptó la invitación para ser un país acompañante en la mesa de negociación que avanza con el ELN, considerada la última guerrilla activa en Colombia. La negociación se reactivó en noviembre luego de más de tres años de suspensión tras un ataque del ELN en el que murieron 22 personas.
Además de apoyar la “paz total”, los recursos del Fondo Multidonante serán priorizados para acelerar una reforma rural —acordada en el proceso de paz con las FARC— que incluye el acceso a la tierra que en Colombia ha tenido una distribución desigual y se ha tratado de impulsar desde décadas atrás.
También buscarán garantizar la protección de los defensores de derechos humanos que suelen vivir bajo amenaza en el país. Se trata de un reto mayúsculo dado que entre enero y noviembre han sido asesinados al menos 199 defensores, siendo el mayor número de homicidios registrados desde el 2016, según la estatal Defensoría del Pueblo.
Danilo Rueda, alto comisionado para la Paz en Colombia, acotó que con las donaciones anunciadas el gobierno adquiere una responsabilidad adicional para que la inversión sea destinada a los núcleos del acuerdo de paz con “transparencia”. Considera, además, que las donaciones representan un respaldo de la comunidad internacional con las poblaciones que día a día enfrentan la violencia en los territorios más vulnerables.
El Fondo fue creado en 2016 entre los países donantes, Naciones Unidas y el gobierno colombiano para cofinanciar inversiones. Lizcano, como vocero del gobierno, detalló que los recursos del Fondo son ejecutados y verificados por la ONU.
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