Docenas de familias colombianas buscan desesperadas a sus seres queridos después de que fueran arrasados por un torrente de agua, lodo y piedras en el municipio de Salgar, en Antioquia, tras el desborde de una quebrada.
Según la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgo de Desastres, el número de muertos por el deslave ya sobrepasó los 60, pero se teme que siga aumentado.
El presidente Juan Manuel Santos declaró calamidad pública en la zona que permanece cubierta de barro y anunció una indemnización de 16 millones de pesos para los familiares de las víctimas mortales.
De acuerdo a las autoridades, la tragedia que ocurrió la madrugada del lunes debido a las intensas lluvias, afectó a unas 30 familias y destruyó 31 viviendas.
Por el momento, la Cruz Roja Colombiana ha suspendido la recepción de donaciones para los afectados, debido a que el Gobierno Nacional cuenta con el apoyo económico suficiente para atender la emergencia.
