El gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC concluyeron este viernes en Cuba una nueva ronda de negociaciones en medio de una polémica nacional por las propuestas del grupo terrorista que no fueron incluidas en la agenda inicial de conversaciones.
Los rebeldes propusieron la convocatoria a una Asamblea Constituyente en el marco de las negociaciones sobre participación en política del grupo por fuera de la ley.
El informe presentado en Cuba, por parte de las dos partes, señala que se han recibido 500 propuestas sobre el tema de participación política y ciudadana, además, se hacen precisiones sobre algunos de los avances a que se llegaron en el tema agrario.
"Lo convenido hasta ahora en el primer punto de la Agenda forma parte de lo que sería el Acuerdo Final, un acuerdo más amplio que esperamos lograr en los próximos meses desarrollando los cinco puntos de la Agenda que aún quedan pendientes de discusión. Es por eso que uno de los principios que guían estas conversaciones es que ‘nada está acordado hasta que todo esté acordado’,” señala el comunicado dado a conocer este viernes.
Sin embargo, las propuestas de la guerrilla son las que han generado controversia nacional. La ex ministra de Defensa, Martha Lucía Ramírez, actual precandidata a la presidencia por el Partido Conservador, ha manifestado que los “negociadores de la guerrilla de las FARC, que están en Cuba, le agregaron puntos a la agenda de diálogo que demuestra que los dirigentes del grupo subversivo no tienen voluntad para terminar las conversaciones con un acuerdo de paz.”
“Las FARC quieren ir mucho más allá, al incluir aspectos que suponen la refundación del Estado, insistiendo en la celebración de una constituyente que evidentemente puede convertirse en una caja de pandora. Los causantes de tantos males para el Estado y para la sociedad colombiana, piden ahora una refundación a su medida”, agregó Ramírez.
Según la dirigente política “negociar la paz no equivale a refundar el país, creando un espacio a la medida de las FARC. Negociar la paz no equivale a poner en marcha la Constituyente que a ellos les conviene.”
Explicó la señora Ramírez, que negociar la participación política supone encontrar la salida para la dejación de armas, la suspensión de actividades ilícitas y la reincorporación a la sociedad de los rebeldes, pero “esto debe ser sobre la base de la justicia y la dignidad de toda la Nación colombiana”, puntualizó.
La exministra de Defensa, quien compartió gabinete con el presidente Juan Manuel Santos en el gobierno de Álvaro Uribe, le remitió una carta al Jefe del Estado y le instó a escoger entre reelección o proceso de paz.
A su turno, el ex viceministro de Defensa, Rafael Guarín, crítico de las conversaciones en La Habana, alienta una campaña nacional para que los colombianos “rechacen el Marco Jurídico para la Paz, porque es el marco para la impunidad de los crímenes cometidos por la guerrilla de las FARC”, según dijo.
Agrega, Guarín, que “una forma de impunidad es permitir a los perpetradores de los más bárbaros crímenes tener el derecho a gobernar a los colombianos.”
Los rebeldes propusieron la convocatoria a una Asamblea Constituyente en el marco de las negociaciones sobre participación en política del grupo por fuera de la ley.
El informe presentado en Cuba, por parte de las dos partes, señala que se han recibido 500 propuestas sobre el tema de participación política y ciudadana, además, se hacen precisiones sobre algunos de los avances a que se llegaron en el tema agrario.
"Lo convenido hasta ahora en el primer punto de la Agenda forma parte de lo que sería el Acuerdo Final, un acuerdo más amplio que esperamos lograr en los próximos meses desarrollando los cinco puntos de la Agenda que aún quedan pendientes de discusión. Es por eso que uno de los principios que guían estas conversaciones es que ‘nada está acordado hasta que todo esté acordado’,” señala el comunicado dado a conocer este viernes.
Sin embargo, las propuestas de la guerrilla son las que han generado controversia nacional. La ex ministra de Defensa, Martha Lucía Ramírez, actual precandidata a la presidencia por el Partido Conservador, ha manifestado que los “negociadores de la guerrilla de las FARC, que están en Cuba, le agregaron puntos a la agenda de diálogo que demuestra que los dirigentes del grupo subversivo no tienen voluntad para terminar las conversaciones con un acuerdo de paz.”
“Las FARC quieren ir mucho más allá, al incluir aspectos que suponen la refundación del Estado, insistiendo en la celebración de una constituyente que evidentemente puede convertirse en una caja de pandora. Los causantes de tantos males para el Estado y para la sociedad colombiana, piden ahora una refundación a su medida”, agregó Ramírez.
Según la dirigente política “negociar la paz no equivale a refundar el país, creando un espacio a la medida de las FARC. Negociar la paz no equivale a poner en marcha la Constituyente que a ellos les conviene.”
Explicó la señora Ramírez, que negociar la participación política supone encontrar la salida para la dejación de armas, la suspensión de actividades ilícitas y la reincorporación a la sociedad de los rebeldes, pero “esto debe ser sobre la base de la justicia y la dignidad de toda la Nación colombiana”, puntualizó.
La exministra de Defensa, quien compartió gabinete con el presidente Juan Manuel Santos en el gobierno de Álvaro Uribe, le remitió una carta al Jefe del Estado y le instó a escoger entre reelección o proceso de paz.
A su turno, el ex viceministro de Defensa, Rafael Guarín, crítico de las conversaciones en La Habana, alienta una campaña nacional para que los colombianos “rechacen el Marco Jurídico para la Paz, porque es el marco para la impunidad de los crímenes cometidos por la guerrilla de las FARC”, según dijo.
Agrega, Guarín, que “una forma de impunidad es permitir a los perpetradores de los más bárbaros crímenes tener el derecho a gobernar a los colombianos.”