Colombia rechazó enfáticamente el martes la declaración de la Asamblea Federal de Rusia sobre la situación de Venezuela, en la que advierte que cualquier agresión al país sudamericano puede ser considerada por Moscú como un ataque a la paz internacional.
“Colombia no tiene intenciones de agredir a ningún Estado”, dijo el presidente colombiano, Iván Duque, en una conferencia de prensa el martes en la Casa de Nariño.
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El cuerpo legislativo, a través del embajador de Rusia en Bogotá, envió al presidente de la Cámara, Carlos Chacón, una copia de la declaración legislativa, en la que se manifiesta la preocupación de los rusos por lo que señalan que en el curso de los años “algunos Estados extranjeros han ejercido presión política y económica de ese país con el fin de derrocar el poder legítimo de Venezuela”.
La comunicación califica de provocación el proceso de ayuda humanitaria del que participó Colombia y que según los rusos hacía parte de una estrategia contra “el Gobierno legítimo de Nicolás Maduro”.
El canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, calificó de infundadas las afirmaciones que hace la declaración de la Cámara Alta de Rusia.
Holmes Trujillo, dijo que “las acusaciones contenidas en dicha declaración no corresponden a la realidad y constituyen una distorsión de la posición de Colombia, compartida por varios países de la región, y de sus actuaciones concretas en relación con el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro en Venezuela”.
El canciller colombiano dijo que “Colombia ha respondido a la crisis multidimensional que atraviesa Venezuela, y de la cual es responsable el régimen ilegítimo y usurpador de Nicolás Maduro, desde la legalidad, la solidaridad y la responsabilidad”.
La declaración del canciller Holmes Trujillo indica que “Colombia reitera que la transición a la democracia debe ser conducida por los propios venezolanos pacíficamente y en el marco de la Constitución y el derecho internacional, apoyada por medios políticos y diplomáticos, sin uso de la fuerza”.
La situación de Venezuela constituye un asunto regional y hemisférico que no debe ser empleado como instrumento de ninguna competencia geopolítica indica la declaración del canciller colombiano.
