Tras la llamada que realizó una presunta guerrillera del frente 15 de las FARC a un periodista anunciando que esa guerrilla tenía en su poder al periodista francés Roméo Langlois como prisionero de guerra, la incertidumbre se apodera de las autoridades y de los habitantes de la zona.
Mientras la prensa y los habitantes del corregimiento de La Unión Peneya reportan que hay un gran despliegue de tropas militares por tierra y aire, las autoridades colombianas afirman que por ahora no están considerando un rescate militar para evitar poner en riesgo la vida del reportero.
"Debe ser soltado ya, si lo tienen. Lo pueden soltar en cualquier poblado o entregarlo a la delegación francesa que vino o a la Cruz Roja. Todos los periodistas del mundo deben juntarse para exigir su liberación", declaró a la agencia de noticias AFP el general del Ejército Javier Rey, quien dijo que se reuniría con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para acordar detalles de una posible entrega.
Sin embargo, los delegados del CICR que se encontraban en la zona, se han desplazado a la ciudad de Florencia, capital del Caquetá y han afirmado que su acción en la zona no tiene nada que ver con gestiones para la liberación del reportero.
Los habitantes de La Unión Peneya, donde sucedieron los combates que dejaron cuatro militares muertos y el secuestro del reportero, temen que se presenten nuevos enfrentamientos en la zona.
Por su parte, la Unión Europea y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenaron el secuestro y manifestaron su preocupación por Langlois pidiendo su liberación.
"Los periodistas independientes que cubren situaciones de conflicto armado, pese a exponerse a riesgos derivados del conflicto, no pierden por ello su condición de civiles, y por lo mismo continúan amparados por las garantías aplicables del derecho internacional de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario", dijo la CIDH en un comunicado emitido este miércoles.
Mientras la prensa y los habitantes del corregimiento de La Unión Peneya reportan que hay un gran despliegue de tropas militares por tierra y aire, las autoridades colombianas afirman que por ahora no están considerando un rescate militar para evitar poner en riesgo la vida del reportero.
"Debe ser soltado ya, si lo tienen. Lo pueden soltar en cualquier poblado o entregarlo a la delegación francesa que vino o a la Cruz Roja. Todos los periodistas del mundo deben juntarse para exigir su liberación", declaró a la agencia de noticias AFP el general del Ejército Javier Rey, quien dijo que se reuniría con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para acordar detalles de una posible entrega.
Sin embargo, los delegados del CICR que se encontraban en la zona, se han desplazado a la ciudad de Florencia, capital del Caquetá y han afirmado que su acción en la zona no tiene nada que ver con gestiones para la liberación del reportero.
Los habitantes de La Unión Peneya, donde sucedieron los combates que dejaron cuatro militares muertos y el secuestro del reportero, temen que se presenten nuevos enfrentamientos en la zona.
Por su parte, la Unión Europea y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenaron el secuestro y manifestaron su preocupación por Langlois pidiendo su liberación.
"Los periodistas independientes que cubren situaciones de conflicto armado, pese a exponerse a riesgos derivados del conflicto, no pierden por ello su condición de civiles, y por lo mismo continúan amparados por las garantías aplicables del derecho internacional de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario", dijo la CIDH en un comunicado emitido este miércoles.
