El gobierno de Estados Unidos urgió a la población y a las industrias alimentarias que reduzcan el nivel de sal en la comida.
Así lo indican las nuevas guías nutricionales que el departamento de Agricultura y el de Servicios Humanos y de Salud realiza cada cinco años. De esta forma, la cantidad de sodio que una persona debe consumir no debe superar la mitad de una cucharilla. Medida que afecta especialmente a la población de 51 años en adelante, a todos los afroestadounidenses y a cualquiera que sufra de hipertensión, diabetes o enfermedad renal crónica.
Estos grupos representan cerca de la mitad de la población y son quienes más riesgo tienen de padecer una presión arterial elevada debido a la ingesta de sal. A todos los demás, el gobierno les sigue aconsejando una cucharilla de sal al día, equivalente a 2.300 miligramos, cerca de un tercio menos de lo que consume una persona promedio.
Estas advertencias se dirigen en primer lugar a la industria productora de alimentos, ya que la mayor parte del sodio que se consume ya está incluido en los alimentos, como por ejemplo en el caso de la pasta, el pollo o el pan.
El secretario de Agricultura, Tom Vilsack, dijo que el gobierno está intentando ser realista a la hora de abordar a los grupos de alto riesgo, ya que, según indicó el Instituto de Medicina, los consumidores podrían tardar años en acostumbrarse al sabor de una dieta baja en sal.
"Creo que es importante que nosotros hagamos esto de una forma en la que no se genere una reacción negativa inmediata", dijo. "Si no logramos contener la epidemia de la obesidad, especialmente en nuestros niños, con el tiempo veremos un aumento significativo del gasto en atención médica", especificó.