Menos ingreso disponible, menos salidas al restaurante para muchos de nosotros.
La recesión estuvo lejos de ser divertida, pero ahora, expertos gubernamentales en nutrición señalan un resquicio nutricional. La recesión quizás condujo a alternativas más saludables en la mesa.
Investigadores del Departamento de Agricultura de Estados Unidos descubrieron que en 2009, los estadounidenses no solo gastaron menos dinero en alimentos, sino que comieron más saludable, comparado con los años más recientes.
Durante la recesión, los estadounidenses comieron aproximadamente un promedio de 78 calorías diarias menos, visitaron en menos ocasiones los restaurantes, y comieron más en casa.
Comer en casa, señala el estudio, posee muchos beneficios. Las familias con niños disfrutan juntos más tiempos de comida, se come menos grasa saturada, menos colesterol y más fibra.
La recesión estuvo lejos de ser divertida, pero ahora, expertos gubernamentales en nutrición señalan un resquicio nutricional. La recesión quizás condujo a alternativas más saludables en la mesa.
Investigadores del Departamento de Agricultura de Estados Unidos descubrieron que en 2009, los estadounidenses no solo gastaron menos dinero en alimentos, sino que comieron más saludable, comparado con los años más recientes.
Durante la recesión, los estadounidenses comieron aproximadamente un promedio de 78 calorías diarias menos, visitaron en menos ocasiones los restaurantes, y comieron más en casa.
Comer en casa, señala el estudio, posee muchos beneficios. Las familias con niños disfrutan juntos más tiempos de comida, se come menos grasa saturada, menos colesterol y más fibra.