Gina Haspel, la nominada del presidente Donald Trump para dirigir la Agencia Central de Inteligencia, CIA, logró la aprobación de la Comisión de Inteligencia del Senado de Estados Unidos el miércoles, allanando el camino para su esperada confirmación.
El panel votó por 10-5 para recomendar al pleno del Senado que confirme a Haspel, cuya nominación reavivó el debate sobre el programa de interrogación de la CIA después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Los republicanos tienen una estrecha mayoría en el Senado, pero cinco demócratas ya han dicho que votarán a favor de Haspel para que se convierta en la primera mujer en dirigir la CIA.
Haspel escribió en una carta el lunes al senador Mark Warner de Virginia, el principal demócrata en la Comisión de Inteligencia, que la CIA no debió haber llevado a cabo un severo programa de interrogación después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos.
El programa, presentado bajo la presidencia de George W. Bush, permitió el ahogamiento simulado y otras severas medidas contra presuntos terroristas. Oponentes del programa califican el ahogamiento simulado como una forma de tortura.
Haspel dijo en la misiva que el programa “no debió haber sido implementado por la CIA”, una posición que ella no expresó públicamente durante la audiencia de confirmación la semana pasada.
“Aunque no condenaré a los que tomaron esas difíciles decisiones, y he notado los valiosos datos de inteligencia obtenidos, el programa por último dañó a nuestros funcionarios y nuestra posición en el mundo”, escribió Haspel.
Durante su testimonio, Haspel prometió no reiniciar el programa si es confirmada.
Tras leer la carta de Haspel, Warner divulgó una declaración en la que dice que apoyará a Haspel para dirigir la CIA cuando la Comisón de Inteligencia vote el miércoles para su nominación.
Warner indicó que Haspel representa a miles de empleados de la CIA “que prestan servicio silenciosamente, sin reconocimiento y a menudo con gran riesgo personal para mantener a nuestra nación segura de aquellos que desean causaron daño”.
Warner dijo que aunque le hubiera gustado que Haspel hubiera sido “más abierta con el público” durante su testimonio ante la Comisión, él encontró que ella es “profesional y franca”. Agregó que cree que Haspel se hará oír ante el presidente si “le ordena hacer algo ilegal o inmoral, como el retorno a la tortura”.
Haspel desempeñó un rol fundamental en el programa de interrogación, incluyendo supervisar un centro de interrogación de la CIA en Tailandia y la destrucción de grabaciones.
