La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, anunció el miércoles que enviará la próxima semana una misión técnica a Venezuela, que atraviesa una profunda crisis y enfrenta duras sanciones internacionales.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro mantiene un pulso con sus adversarios, encabezados por Juan Guaidó, reconocido por decenas de países como mandatario del país, por una eventual visita de Bachelet.
Los opositores quieren que tenga acceso a familiares de políticos y militares en prisión, entre otros.
Maduro dice que el país miembro de la OPEP vive en plena democracia y se respetan los derechos humanos.
“Siempre que me invitan a un país, antes de ir a ese país, quiero asegurarme que las condiciones garanticen que puedo desempeñar mi papel como debería, que puedo ir y hablar con todo el mundo”, dijo la expresidenta chilena en un video en su cuenta de Twitter.
“Sería inútil ir a un país y una vez allí no poder reunirme con cualquiera que necesite reunirme. Creo que sería un fracaso de mi función”, agregó la funcionaria.
El acceso a todo el mundo permite “estar segura de que puedo elaborar un informe completo, no uno sesgado”, dijo la Alta Comisionada sin dar más detalles sobre cuántos miembros integrarían esa comisión técnica que enviará, ni cuánto tiempo estaría en el país o cuándo podría viajar ella a Caracas.
La oposición y grupos de activistas han denunciado graves violaciones a los derechos humanos en Venezuela de cuerpos policiales, y que se ha usado evidencia dudosa en casos judiciales contra opositores.
