Un importante obispo católico en la Tierra Santa dice que la comunidad cristiana está en peligro de extinción en Nazaret, una ciudad árabe-israelí donde los cristianos creen que Jesús pasó su juventud.
El obispo Giacinto-Boulos Marcuzzo dice que la población cristiana –minoritaria en Nazaret- comenzó a emigrar hace más de una década en gran parte debido a las tensiones con los islamistas locales, quienes intentaron construir una mezquita junto a la iglesia principal de la ciudad.
Israel puso fin al proyecto de la mezquita en 2003 y Nazaret ha vivido en calma desde ese entonces. Pero el obispo Marcuzzo dice que las comunidades cristianas, de las más antiguas en la región, todavía enfrentan muchas amenazas.
La emigración de los cristianos de Nazaret está poniendo en peligro la supervivencia de la comunidad en un lugar de importancia bíblica para el cristianismo, señaló.
Según dijo, la causa principal de emigración es una campaña por parte de los islamistas para aumentar su poder político en Nazaret a expensas de los cristianos y musulmanes moderados.
“Nuestro problema no es religioso, es la situación de inseguridad política, de falta de paz, justicia e igualdad entre la gente”, dijo Marcuzzo.
La tensión estalló en 1997 cuando los islamistas montaron una carpa para orar cerca de la Basílica de la Anuncación en Nazaret, localizada en un lugar donde los cristianos creen que un ángel le dijo a María que ella daría luz a Jesús.
El objetivo de los islamistas era establecer una gran mezquita permanente en ese sitio, que alberga un santuario a Shihab e-Din, sobrino del guerrero musulmán del siglo XII Saladin. Los cristianos se opusieron a la propuesta, temiendo que la mezquita bloquearía el acceso a la basílica.
Los líderes cristianos presionaron para que el sitio se convirtiera en una plaza turística, idea que enfureció a algunos islamistas que se amotinaron en Nazaret el domingo de Pascua en 1999, rompiendo coches de propietarios cristianos y tiendas.
Los islamistas construyeron las bases fundacionales de la mezquita cerca de la basílica con la aprobación de las autoridades israelíes, pero la crítica local e internacional al proyecto llevó a que el gobierno de Israel lo cancelara en 2003.
No obstante, el obispo dijo que las relaciones entre los cristianos y los musulmanes mejoró en años recientes con la ayuda del diálogo y de la visita del papa Benedicto XVI a Nazaret en 2009. Pero dice que las comunidades ya no son tan fraternales como lo fueron en la década de 1990.
Ramiz Jaraisy, un cristiano que es alcalde de Nazaret, dijo que la situación ha vuelto a la normalidad en la ciudad de 80.000 habitantes y que el ambiente es “muy bueno” y “muy tranquilo” desde su punto de vista.
En una ciudad donde la población se compone aproximadamente de un tercio de cristianos y dos tercios de musulmanes, Jaraisy dice que los votantes lo han elegido tres veces por su trabajo y no por su fe cristiana.
El alcalde dijo que las disputas religiosas aún tienen el potencial de causar problemas. Pero aseguró que esas disputas amenazan a todos los habitantes de Nazaret, no sólo a la minoría cristiana.
Una de las más respetadas figuras musulmanas de Nazaret, el administrador de la Mezquita Blanca, dijo que la campaña para construir una mezquita cerca de la basílica fue dirigida por un grupo de islamistas “irresponsables”. Atif al-Fahoum dijo a VOA que la mayoría de los musulmanes y cristianos en la ciudad se han negado a dejar que los prejuicios arruine su sociedad.
El obispo Marcuzzo dijo por su parte que la Iglesia Católica está trabajando con las autoridades locales para hacer frente a otros problemas que hacen con que los cristianos emigren: la falta de viviendas y empleos. Según dijo, la Iglesia trata de proporcionar tierras a los cristianos para que construyan viviendas y ayudarlos a conseguir un título universitario para conseguir empleos.
La preservación de la comunidad cristiana en Nazaret, en otras partes de Israel y en los territorios palestinos es crucial para el futuro de la fe cristiana, sostuvo.