Naciones Unidas confía en que una conferencia internacional iniciada este lunes logre impulsar los prolongados esfuerzos para alcanzar un acuerdo global para proteger los océanos del mundo.
La Conferencia de Océanos de la ONU, que se celebra durante cinco días en Lisboa, Portugal, ha reunido a funcionarios de alto nivel y científicos de más de 120 países, así como a activistas indignados por los fallidos esfuerzos para encontrar normas internacionales que puedan garantizar la sostenibilidad oceánica.
No hay ningún marco legal global que cubra los mares abiertos. Los océanos cubren alrededor del 70% de la superficie del planeta y proporcionan alimento y medios de vida a miles de millones de personas. Algunos activistas los describen como la zona no regulada más grande del mundo.
En su discurso de apertura de la conferencia, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó a los países a mostrar “unidad y solidaridad en los asuntos del mar”.
“Tristemente, hemos tomado por sentado al océano y hoy enfrentamos lo que yo llamaría una emergencia oceánica”, dijo Guterres. “Debemos cambiar el rumbo”.
Las amenazas a los océanos incluyen calentamiento global, polución, acidificación y otros problemas, según Naciones Unidas. Tampoco hay normas para la minería en aguas profundas, que puede causar daños en el ecosistema.
La conferencia aspira a aprobar una declaración que, si bien no sería vinculante, ayudaría a implementar y facilitar la protección y conservación de los océanos y sus recursos, según la ONU. La declaración se aprobaría el viernes.
Sin embargo, aún lejos de alcance está el vital nuevo acuerdo internacional sobre la Biodiversidad Fuera de Jurisdicción Nacional, también conocido como el Tratado de Alta Mar.
Ese tratado se está negociando dentro del marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que es el principal acuerdo internacional sobre la actividad marítima humana.
Tras 10 años de conversaciones, incluida una cuarta ronda de negociaciones hace tres meses, aún no hay acuerdo a la vista. Hay una quinta ronda programada para agosto en Nueva York.
“El ecosistema más grande del mundo (...) sigue sin protección y está muriendo ante nuestro ojos”, afirmó el grupo activista Ocean Rebellion antes de la conferencia en Lisboa.
Grupos activistas tenían previsto manifestarse en la ciudad atlántica durante la cita.
Pese a las frustraciones, afirmó la ONU, la cumbre es “una oportunidad importante” de acelerar los pasos para un tratado de alta mar, en el que los delegados comentan de modo informal posibles formas de avanzar.
También se espera que la conferencia reafirme y avance los 62 compromisos expresados por los gobiernos en la edición anterior en Nairobi, Kenia, en 2018, como proteger los pequeños estados insulares con economías basadas en el mar, pesca sostenible y combatir el calentamiento de las aguas.
Este año también se hablará de modelos de financiación para conservación oceánica, así como buscar soluciones innovadoras y basadas en la ciencia que puedan mejorar la salud oceánica.
Entre los asistentes estarán el enviado estadounidense del clima, John Kerry, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
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