Congresistas y políticos en Estados Unidos expresaron el lunes su apoyo a las marchas opositoras convocadas en Cuba este 15 de noviembre, que fueron prohibidas por el gobierno.
El senador republicano Marco Rubio replicó en su cuenta de Twitter denuncias de acoso por parte de agentes de la seguridad del Estado cubano en contra de civiles tanto el domingo como el lunes, el día para el que fue convocada la marcha.
“A pesar de saber que el régimen responderá con violencia (…) un pueblo valiente marchará en Cuba exigiendo libertad”, escribió el congresista por el estado de Florida. Rubio también aseguró que el gobierno cubano ha estado “movilizando multitudes enfadadas para acosar e intimidar” a opositores políticos.
La congresista María Elvira Salazar, de la Cámara de Representantes, expresó al igual su apoyo a las protestas: “Debemos apoyar al pueblo cubano contra el régimen socialista en su lucha por la libertad”, escribió Salazar, que representa al distrito 27 de Florida.
En una transmisión en “Space” en Twitter, el congresista republicano por Florida Mario Díaz-Balart declaró en referencia a las fuerzas policiales en Cuba: “Que sepan que no van a poder hacer actos de repudio con impunidad. Van a sufrir consecuencias; a los verdugos, que sepan que si cometen actos de violencia contra los héroes cubanos, van a sufrir consecuencias más tarde o más temprano”.
Por su parte, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, liderado por el senador Bob Menéndez, denunció la revocación por parte del gobierno cubano de las credenciales de prensa a varios periodistas de la agencia española EFE.
“Díaz-Canel demuestra su miedo a que los periodistas le cuenten al mundo la verdad sobre Cuba. Debemos defender el derecho a la libertad de expresión”, tuiteó la cuenta del comité.
La alcaldesa del condado de Miami Dade, Daniella Levine Cava, declaró a la Voz de América que el poder de la diáspora cubana en Florida es “muy grande” y que su voz es “muy importante” para dar visibilidad a la situación en Cuba.
“Estamos unidos en la lucha para la libertad”, dijo Levine Cava en Washington D.C., adonde viajó el lunes para un encuentro sobre infraestructura con el presidente Joe Biden.
Apoyo desde la ONU, la UE y El Salvador
Un portavoz del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, expresó a la VOA que el organismo quiere estar seguro de que "se respete el derecho a la protesta libre y pacífica”.
Por su parte, en España, el eurodiputado Hermann Terrsch dijo a la VOA que lo que demuestra la respuesta del gobierno cubano a las protestas es el "pánico del régimen".
"El régimen sabe que se está acabando su tiempo y está dando palos de ciego represor", dijo el político del partido de derecha VOX, quien formó parte de un grupo compuesto también por activistas que intentaron viajar hacia Cuba el lunes, pero cuya entrada fue negada por el gobierno de Díaz-Canel.
El también eurodiputado José Ramón Bauzá dijo a la VOA que, en su perspectiva, las protestas del 11 de julio supusieron un “punto de inflexión” en Cuba. “Los cubanos le han perdido el miedo al régimen y este 15N lo han vuelto a demostrar”, dijo el político del partido Ciudadanos.
Bauzá agregó que Europa “debe sancionar inmediatamente a los responsables de las violaciones de derechos humanos en Cuba”.
Desde El Salvador legisladores también expresaron su apoyo a las protestas en la nación caribeña. El diputado por el partido Arena, René Portillo Cuadra, dijo a la VOA, que pide a la comunidad internacional exigir "a la dictadura que respete los derechos humanos, las libertades púbicas y la integridad de cada uno de los cubanos".
La legisladora del partido Vamos El Salvador también condenó en declaraciones a la VOA al gobierno cubano, al que acusó de reprimir de una "manera deplorable" a los ciudadanos. "Es importante que los que amamos la democracia [nos] pronunciemos y alcemos nuestra voz por todo lo que está sucediendo", aseguró.
La manifestación convocada para el lunes no fue autorizada por el gobierno, que rechazó el pedido formal para marchar en nueve ciudades del país, asegurando que se tratan un “golpe blando”.
El Grupo Archipiélago, la plataforma opositora que convocó a las protestas, ha asegurado que busca realizar una protesta pacífica en reclamo de la liberación de presos, por los derechos humanos y por un diálogo nacional.
El gobierno cubano acusó a Estados Unidos de estar detrás de las protestas convocadas como una forma de desestabilizar su gobierno, algo que ha sido rechazado desde Washington.
Cuba atraviesa una fuerte crisis económica agudizada por la pandemia de COVID-19, las sanciones estadounidenses y las dificultades de la reforma financiera iniciada en enero para corregir las desviaciones de la doble moneda existente hasta entonces.
Karla Arévalo en El Salvador, Júlia Riera en Espana y Celia Mendoza en Nueva York contribuyeron con este reportaje
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