Un nuevo Congreso de Estados Unidos, el número 113 en la historia, fue juramentado con la esperanza de que aborde temas tan viejos y complicados como el control de armas, la inmigración, la deuda externa, la reforma impositiva y la ley agrícola, entre otros.
Se trata del Congreso más diverso de la historia, con más hispanos (31 en total), más mujeres y homosexuales que nunca, lo que subraya el efecto político de la cambiante demografía de Estados Unidos.
La Cámara de Representantes tendrá por primera vez en sus filas a un miembro hindú, una ex combatiente y un representante abiertamente bisexual. El Senado tendrá a su primer budista.
También los afroestadounidenses y los hispanos han subido en número.
La mayor parte de esa diversidad se encuentra del lado de las bancadas demócratas, mientras los republicanos siguen siendo abrumadoramente blancos y cristianos, otra muestra más de las diferencias del electorado en las elecciones pasadas en las que el presidente Barack Obama ganó convincentemente entre las minorías, las mujeres y los gays y perdió entre los votantes blancos.
Falta por ver qué efecto tendrá esta nueva composición en los temas como inmigración y el control de armas que no se han movido en años. La mayoría de ellos no encontraron consenso en el Congreso anterior, uno de los menos efectivos de la historia al momento de aprobación de leyes. Y también uno de los menos populares en las encuestas.
El Congreso comenzó a sesionar al mediodía, como lo exige la Constitución, en una mezcla de pompa y política. En el Senado, el vicepresidente Joe Biden tomó juramento a los 12 nuevos miembros elegidos en noviembre y los legisladores que fueron reelegidos.
El Senado tendrá tres hispanos: el senador demócrata Bob Menéndez, de Nueva Jersey; el senador republicano Marco Rubio, de Florida; y uno de los nuevos miembros, el republicano Ted Cruz, de Texas.
Se trata del Congreso más diverso de la historia, con más hispanos (31 en total), más mujeres y homosexuales que nunca, lo que subraya el efecto político de la cambiante demografía de Estados Unidos.
La Cámara de Representantes tendrá por primera vez en sus filas a un miembro hindú, una ex combatiente y un representante abiertamente bisexual. El Senado tendrá a su primer budista.
También los afroestadounidenses y los hispanos han subido en número.
La mayor parte de esa diversidad se encuentra del lado de las bancadas demócratas, mientras los republicanos siguen siendo abrumadoramente blancos y cristianos, otra muestra más de las diferencias del electorado en las elecciones pasadas en las que el presidente Barack Obama ganó convincentemente entre las minorías, las mujeres y los gays y perdió entre los votantes blancos.
Falta por ver qué efecto tendrá esta nueva composición en los temas como inmigración y el control de armas que no se han movido en años. La mayoría de ellos no encontraron consenso en el Congreso anterior, uno de los menos efectivos de la historia al momento de aprobación de leyes. Y también uno de los menos populares en las encuestas.
El Congreso comenzó a sesionar al mediodía, como lo exige la Constitución, en una mezcla de pompa y política. En el Senado, el vicepresidente Joe Biden tomó juramento a los 12 nuevos miembros elegidos en noviembre y los legisladores que fueron reelegidos.
El Senado tendrá tres hispanos: el senador demócrata Bob Menéndez, de Nueva Jersey; el senador republicano Marco Rubio, de Florida; y uno de los nuevos miembros, el republicano Ted Cruz, de Texas.
