El gobierno de transición comenzó a operar oficialmente desde Trípoli, la capital de Libia, en lo que significa un cambio relevante en el proceso de cambio de poder en la nación del norte de África.
Al trasladar su sede desde Bengasi, donde hace seis meses comenzó la revolución que derrocó al líder libio Moammar Gadhafi, el Consejo nacional de Transición (CNT), asume el liderazgo de la nación, por más que aún persisten al menos dos ciudades bajo el control del depuesto régimen.
El anuncio lo hizo el ministro de Finanzas del gobierno interino, Ali Tarhouni, al señalar que “basado en las indicaciones del CNT, dirigido por Mustafa Abdel-Jalil, y las indicaciones de la oficina ejecutiva, dirigida por el Dr. Mahmoud Jibril, proclamo el comienzo y la reanudación del trabajo de la oficina ejecutiva en Trípoli libre desde este momento”.
La medida tuvo lugar cuando algunos combatientes de la oposición llegaron a Trípoli para ayudar a combatir a los remanentes de las fuerzas pro Gadhafi, y otros avanzaron hacia la ciudad natal del ex líder libio, Sirte, donde sus leales se preparaban para una batalla.
Sangrientas batallas estallaron en la capital, mientras Gadhafi usó una transmisión de radio para apelar a sus partidarios a continuar la lucha y censurar a los países involucrados en el conflicto. “Libia les pertenece a ustedes. Libia es de ustedes. Trípoli para el pueblo de Trípoli. No es para los traidores que se postran ante la OTAN. Ellos son traidores. No son de Trípoli, no son gente de Trípoli. Son extranjeros, son traidores. Trípoli les pertenece a ustedes”, dijo Gadhafi.
Evacuan a extranjeros
Por otra parte, la Organización Internacional para las Migraciones anunció que había enviado otro barco para evacuar a extranjeros que quedaron atrapados en Trípoli y enviar unos 50 trabajadores humanitarios.
El barco fletado de la Organización Internacional para las Migraciones salió de la ciudad con 263 migrantes a bordo.
En Trípoli, corresponsales extranjeros vieron los cadáveres de más de 40 personas que, aparentemente, fueron ejecutadas. No estaba claro quién las mató, pero algunas de las víctimas tenían un color de piel más oscuro que los típicos africanos que componían una gran parte del ejército de Gadhafi.