Más de dos tercios de los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas exigieron el lunes a los talibanes que rescinda todas las políticas y decretos que oprimen y discriminan a las mujeres y las niñas en Afganistán, incluida la prohibición de estudiar más allá de la educación primaria y el derecho a trabajar y a moverse libremente.
La declaración de 11 de los 15 miembros del Consejo condenó la represión que ejercen los talibanes contra las mujeres y las niñas desde que tomó el poder en agosto de 2021, y volvió a insistir en su participación igualitaria en la vida pública, política, económica, cultural y social, especialmente en los niveles de toma de decisiones, para que avance el compromiso internacional con los gobernantes de facto de Afganistán.
La embajadora de Guyana ante la ONU, Carolyn Rodrigues-Birkett, leyó el comunicado rodeada por los representantes de las otras 10 naciones, antes de una reunión a puerta cerrada del Consejo sobre la conferencia del secretario general, António Guterres, con más de 25 enviados a Afganistán que se celebró el 18 y 19 de febrero en la capital de Qatar, Doha.
Representantes de la sociedad civil afgana, incluyendo mujeres, participaron en el encuentro de Doha, algo que fue celebrado por el Consejo. Los talibanes se negaron a asistir y su Ministerio de Exteriores indicó en un comunicado que su participación sólo sería “beneficiosa” si fuese el único representante oficial del país en las conversaciones.
Pese a su ausencia, la jefa política de la ONU, Rosemary DiCarlo, se reunió con representantes del grupo asentados en Doha, según el vocero de la institución, Stephane Dujarric. DiCarlo también informó al Consejo durante la reunión a puerta cerrada del lunes.
Los talibanes no han sido reconocidos por ningún país y el enviado de la ONU para Afganistán advirtió el año pasado a los gobernantes de facto que el reconocimiento internacional como gobierno legítimo sería “casi imposible” a menos que levanten las restricciones contra las mujeres.
Las 11 naciones que firmaron la declaración — Ecuador, Francia, Guyana, Japón, Malta, Sierra Leona, Eslovenia, Corea del Sur, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos — subrayaron que solo puede haber una paz sostenible en Afganistán si el proceso político es inclusivo y respeta los derechos humanos de todos los ciudadanos, incluyendo los de las mujeres y las niñas.
Los cuatro miembros del Consejo que no respaldaron el comunicado fueron Rusia, China, Mozambique y Argelia.
Guterres dijo a reporteros en Doha que entre los participantes — que incluían a representantes de la Unión Europea, la Organización para la Cooperación Islámica y la Organización de Cooperación de Shanghái — había un “consenso total” acerca de los requisitos para que Afganistán se integre en la comunidad internacional.
Para lograr ese “objetivo final", explicó, Afganistán no puede ser “el semillero de actividades terroristas que tengan impacto sobre otras naciones", sus instituciones deben incluir a diversos grupos como uzbekos, tayikos, pastunes y hazaras, y deben respetarse los derechos humanos, especialmente los de las mujeres y las niñas.
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