Uno de cada tres accidentes de tráfico mortales está provocado por el consumo de alcohol y otras drogas en Estados Unidos.
El análisis publicado por el Departamento Nacional de Seguridad en el Transporte se centra en el peligro de conducir bajo la influencia del alcohol y otras drogas, ya que en el 33% de los accidentes fatales, los conductores dieron positivo en el test de drogas.
El director de la Organización Nacional del Control Policial Antidroga, Gil Kerlikowske, llamó la atención sobre el creciente porcentaje de accidentes en los que los conductores se encuentran bajo los efectos de las drogas, e instó a la sociedad a prevenir estas situaciones.
El informe revela que los accidentes provocados por este motivo se han incrementado en un 5% en los últimos cinco años en Estados Unidos.
“La conducción bajo el efecto de las drogas es una amenaza contra la salud pública mucho mayor de lo que los estadounidenses perciben y, desgraciadamente, cada vez va a peor”, expresó Kerlikowske.
“Es un problema crítico que las comunidades en toda la nación tienen que considerar. Hemos redoblado nuestros esfuerzos para hacer unas carreteras más seguras incrementando la percepción del riesgo, desarrollando mejores herramientas para detectar la presencia de drogas en los conductores”.
La Administración Obama ha aumentado la financiación para la prevención de drogas en $203 millones de dólares y la de los programas de tratamiento en $137 millones, enfatizando los programas de intervención temprana y alineando los sistemas judiciales y policiales con los de la salud pública.