La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, dijo el lunes que el líder norcoreano Kim Jong-un “está pidiendo una guerra” y que por lo tanto Estados Unidos, presentará ante el organismo internacional, un proyecto de sanciones contra el país asiático, el lunes 11 de septiembre.
Haley agregó que EE.UU. no quiere una guerra, pero “ha llegado el momento de agotar los medios diplomáticos antes de que sea muy tarde”.
La diplomática estadounidense comenzó sus comentarios ante el Consejo de Seguridad recordando las sanciones de la ONU a Corea del Norte y reiteró que “ya es suficiente”.
“Veinticuatro años de medidas a medias y fracasadas conversaciones es suficiente”, indicó.
Haley dijo que la administración del presidente Trump aún quiere encontrar una solución diplomática para la crisis nuclear norcoreana, pero que “la paciencia de nuestro país no es ilimitada”.
La embajadora de EE.UU. ante la ONU pidió nuevas sanciones más enérgicas contra Corea del Norte, cuando ese país se prepara para una nueva prueba de un misil de largo alcance, según se indicó.
Haley hizo la afirmación durante una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU el lunes, para tratar la crisis en Corea del Norte por su programa de armas nucleares y de misiles balísticos.
La reunión fue convocada poco después que Corea del Norte dijera que detonó una bomba de hidrógeno subterránea el domingo y seis días después que el Conejo condenara enérgicamente a Pyongyang por el lanzamiento de un misil balístico sobre Japón.
Corea del Norte anunció un “perfecto éxito” el domingo a su sexta prueba nuclear desde 2006.
Entre tanto, las fuerzas armadas de Corea del Sur dispararon una serie de misiles hacia el Mar de Japón el lunes, en un ejercicio destinado a simular un ataque al sitio de pruebas nucleares de Corea del Norte.
Para Eric Rojo, experto en temas militares y de seguridad nacional, el panorama es complejo porque los lanzamientos muestran la capacidad de Corea del Norte para implementar estas armas y obliga a las naciones, en especial China, a tomar medidas más drásticas.
En entrevista con la Voz de América, Rojo, un coronel retirado del ejército de Estados Unidos, analiza el tema.
El presidente de Estados Unidos, Donald Turmp, respondió enérgicamente el domingo calificando a Corea del Norte como una nación paria que se ha convertido en una gran amenaza.
En una serie de mensaje en Twitter Trump dijo que las palabras y acciones de Corea del Norte continúan siendo muy hostiles y peligrosas para Estados Unidos.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, haciéndose eco de las advertencias del presidente Donald Trump, dijo el domingo que Corea del Norte puede esperar una “masiva respuesta militar” si amenaza a Estados Unidos, el territorio estadounidense de Guam o sus aliados.
Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que el presiente enfatizó la gama de medidas de represalia disponibles para Estados Unidos, incluyendo armas nucleares, en una conversación con el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
El secretario del Tesoro de EE.UU., Steve Mnuchin, dijo que él prepararía un nuevo conjunto de sanciones económicas para Corea del Norte, que se agregarían a las ya existentes.
Miembros del Congreso de ambos partidos políticos dijeron que Estados Unidos debe continuar fortaleciendo su capacidad de misiles de defensa y usar sanciones económicas para forzar a Corea del Norte a cambiar de conducta.
“Usar el poder económico para ir no solo contra Corea del Norte sino cada una de las instituciones financieras, cada compañía que hace negocios con Corea del Norte. Casi todas ellas dependen del sistema financiero estadounidense. Entonces, cortar su dinero es otra parte crítica”, dijo el domingo el senador republicano Ted Cruz en el programa “This Week” de ABC.
El senador demócrata Joaquín Castro dijo también en “This Week” de ABC el domingo que el involucramiento de China en la economía de Corea del Norte le da un rol central en controlar la crisis norcoreana.
“Mucho de eso depende de China porque gran parte de lo que le queda a la economía de Corea del Norte, lo que existe, tiene que ver con China. Entonces depende de la disposición de China de ser útil, que como el presidente ha destacado, ha mejorado. Pero también depende de nuestra disposición a sancionar instituciones chinas que aun negocian con Corea del Norte”.
El Congreso de EE.UU. regresa esta semana después de un largo receso de verano no solo para tratar el tema de Corea del Norte, sino la aprobación de fondos para evitar un cierre del gobierno, una acción para salvar o terminar con el programa de salud conocido como Obamacare y la autorización de fondos para ayudar a los afectados por el huracán Harvey.
Colaboración con la entrevista de Gioconda Tapia Reynolds