Corea del Norte dijo el domingo que está preparado para hundir el portaaviones estadounidense USS Carl Vinson y así demostrar su poderío militar.
Reacción que se da en momentos en que dos buques de la marina japonesa se unieron a un grupo de naves estadounidenses para realizar unos ejercicios militares en el oeste del Pacífico.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó al portaaviones USS Carl Vinson que navegue rumbo a las aguas de la península coreana en respuesta a la creciente tensión por las pruebas nucleares y de misiles de Corea del Norte, y sus amenazas de atacar a Estados Unidos y a sus aliados asiáticos.
Estados Unidos no ha especificado dónde está el portaaviones. El vicepresidente de ese país, Mike Pence, dijo el sábado que llegaría "dentro de unos días" a la península coreana, pero no dio más detalles.
"Nuestras fuerzas revolucionarias están preparadas para combatir a un portaaviones estadounidense con un solo ataque", dijo en una columna de opinión el Rodong Sinmun, el periódico del gobernante Partido de los Trabajadores de Corea del Norte.
El diario comparó el portaaviones con un "animal bruto" y dijo que un ataque en su contra sería "un ejemplo real para mostrar la fuerza de nuestro ejército".
La columna aparecía en la página tres del periódico, después de un artículo a doble página sobre el líder Kim Jong Un inspeccionando una granja de cerdos.
Durante una visita a Grecia, el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, dijo que en la actualidad ya hay suficientes muestras de fuerza y confrontación, por lo que llamó a la calma.
"Necesitamos emitir sonidos pacíficos y racionales", dijo Wang, según un comunicado divulgado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
Aumentando las tensiones, Corea del Norte detuvo el sábado a un hombre coreano-estadounidense de 50 años, informó la agencia de noticias surcoreana Yonhap, con lo que el número total de ciudadanos estadounidenses en poder de Pyongyang subió a tres.