El ejército de Estados Unidos colocó nuevos lanzadores en el sistema antimisiles de alta tecnología de Corea del Sur, con los que se busca afrontar las crecientes amenazas norcoreanas.
Seúl endureció su posición contra Pyongyang tras un torrente de ensayos con armas. En la última, el domingo, Corea del Norte probó lo que dijo era una bomba termonuclear construida para misiles con capacidad de llegar a territorio continental estadounidense.
Los enfrentamientos coincidieron con una reunión entre el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en el extremo este de Rusia. Los dirigentes repitieron sus llamados para sanciones más duras contra Pyongyang por sus ambiciones nucleares, incluyendo la paralización del suministro de petróleo a la hermética nación.
Esta demanda va en contra de la posición de su anfitrión, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, que descartó que las sanciones sean la solución a la crisis.
Putin dijo el jueves que cree que el gobierno de su homólogo estadounidense, Donald Trump, está dispuesto a aliviar las tensiones en la Península de Corea. Su sexto análisis nuclear, efectuado el pasado domingo, inquietó a sus vecinos y llevó a Estados Unidos a hablar de “respuesta militar” y a Seúl a realizar importantes maniobras militares.
Hablando en un foro económico en Vladivostok, una ciudad portuaria en el este de Rusia, Putin dijo que cree que la Casa Blanca está “dispuesta a resolver la situación”.
Hay “muchas personas razonables en el gobierno actual” que tienen experiencia y han gestionado crisis similares en el pasado, apuntó.
Moscú se opone a la imposición de nuevas sanciones sobre Pyongyang, reiteró el dirigente.
Putin pidió a todos los vecinos de Corea del Norte que muestren contención, indicando que la retórica bélica y las maniobras militares son solo “seguirles el juego”.
El ministro de Exteriores de China, por su parte, dijo que Beijing respalda nueva acciones de Naciones Unidas en respuesta al último ensayo nuclear norcoreano, pero quiere ver también esfuerzos renovados para iniciar un diálogo que implique a todas las partes.
Beijing espera que Corea del Norte “vea la situación con claridad y haga el juicio y la elección correcta”, señaló Wang Yi.
La ONU debería tomar las "medidas necesarias", dijo Wang añadiendo que las sanciones y la presión son solo la mitad de la ecuación para solucionar el actual estancamiento. Cualquier nuevo paso debería animar al diálogo y la negociación entre las partes hacia el objetivo de una resolución pacífica en la Península de Corea.
China es miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde tiene poder de veto, además del principal socio comercial y fuente de suministro de comida y combustible de Pyongyang.